lunes, 9 de diciembre de 2013

¿Gato o leopardo? Descubierta una nueva especie de tigrillo salvaje



¿Es un gato salvaje o un leopardo? La respuesta sería un híbrido entre los dos. Se trata de una enigmática especie de hábitos nocturnos denominada Leopardus tigrinus y conocida popularmente como leopardo tigre o tigrillo salvaje.

Su morfología es muy parecida a la de un gato, pero el color y el moteado de su pelaje recuerdan inevitablemente al del leopardo. Un equipo de científicos brasileños que estudia felinos ha descubierto que, al contrario de lo que pensaba, no existe una única especie de tigrillo salvaje. Pese a que visualmente todos los ejemplares son prácticamente idénticos, los análisis de ADN han revelado que hay dos especies distintas. El nuevo felino identificado ha sido bautizado como Leopardus guttulus.

Estos pequeños gatos salvajes miden alrededor de medio metro, pesan unos dos kilogramos, tienen una larga cola y se alimentan de aves y roedores. Por lo que respecta a su esperanza de vida, se cree que los que están en libertad alcanzan los 14 años, mientras que los que están en cautividad pueden superar los 20 años.

Estos felinos han sido avistados en las selvas de Brasil, Argentina y Costa Rica. Mientras que Leopardus tigrinus suele habitar en el noreste de Brasil, la nueva especie ha sido encontrada al sur del país. Hasta ahora se consideraba que había varias subespecies de tigrillo salvaje, aunque los científicos que firman esta investigación proponen que se consideren dos especies diferentes.
Hibridación entre especies

"La hibridación entre especies animales ha sido reconocida recientemente como un fenómeno importante, especialmente en el contexto de radiaciones recientes", explican los autores en un estudio publicado en la revista Current Biology, en el que describen a la nueva especie del género de mamíferos carnívoros Leopardus. Según detallan, la hibridación ha dado lugar a patrones genéticos distintos entre especies que están estrechamente relacionados dentro de este género.

"Hemos identificado la nueva especie y la hemos calificado como 'enigmática', porque aparentemente las dos especies de leopardo tigre son muy similares en cuanto a su aspecto exterior y es difícil distinguirlas a simple vista. Sin embargo, descubrimos que son diferentes utilizando un conjunto de marcadores moleculares", ha declarado a la agencia SINC Eduardo Eizirik, coautor de la investigación.

El estudio genético ha sido realizado por científicos de la Pontificia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, en el marco de Gatos do Mato-Brasil, un proyecto que estudia felinos, algunos de ellos amenazados por la acción del hombre, y lleva a cabo medidas para favorecer su conservación. La caza de estos animales y la pérdida de su hábitat debido a la creciente deforestación de las áreas en las que viven son las principales amenazas a las que se enfrenta este pequeño felino.

La abuela científica regresa a la Antártida



«Tengo que volver a oír la música del hielo». En 1994 y tras diez campañas en la Antártida, Josefina Castellví (Barcelona, 1935), se despidió de «esa gran sinfonía de la naturaleza» con la intención de no regresar: «Los jóvenes debían tomar el relevo», recuerda esta doctora en Ciencias Biológicas, que dirigió la base científica Juan Carlos I y fue la primera mujer española en investigar en el continente blanco. Pero el cineasta Albert Solé se cruzó en la vida de esta activa jubilada: «Se entusiasmó con el relato de cómo llegamos a la Antártida y me conquistó su idea de llevar todo esto a un documental». Así nació Los recuerdos de hielo, un homenaje a los científicos liderados por Antoni Ballester (93 años) que, con su persevarancia, lograron que España construyera la primera base para investigar en el laboratorio virgen más valioso del planeta.


Los recortes, sin embargo, amenazan el legado español. La campaña de 2013 tan sólo durará un mes. Lo habitual es que se prolongue entre tres y cuatro meses, de noviembre a finales de febrero, pues siempre se aprovecha el verano austral. Pero el buque Hespérides que suele trasladar al personal español no irá este año a la Antártida debido a la falta de presupuesto.

Los investigadores y el personal técnico y militar que ocupan las dos bases que España tiene en la Antártida (la Juan Carlos I, situada en la isla Livingston, es gestionada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Gabriel de Castilla, construida en la Isla Decepción, por el Ejército) dependerán de la solidaridad y de los medios de transporte de otros países para llegar al continente helado.
Menos investigadores, menos tiempo

Según detalla por teléfono Miguel Ojeda, responsable de logística de la campaña antártica de este año, Brasil, Chile, Argentina y Portugal cederán a los españoles plazas en sus buques y aviones: «En total viajarán este año una veintena de investigadores, aproximadamente la mitad que el año pasado», señala Ojeda, que vive esta situación «con resignación» y asegura que «ha habido que hacer un gran esfuerzo para hacer la campaña lo más larga posible».

Así, la base militar Gabriel de Castilla se abrirá a primeros de enero y se cerrará el 9 de febrero, mientras que la estación científica Juan Carlos I, que a principios de este año cumplió 25años, permanecerá abierta del 15 de enero al 22 de febrero. Asimismo, las obras de ampliación de esta base, que se iniciaron en 2010 y debían haber acabado durante la pasada campaña, se quedaron a medias y siguen paralizadas por la falta de fondos.

«La ciencia se va al garete», denuncia el meteorólogo Manuel Bañón, veterano en las campañas antárticas. El investigador, que no viajará este año, considera que «en tan pocas semanas dará tiempo a hacer lo mínimo, como recoger los datos que se puedan, y las labores de mantenimiento para que no se destruya lo logrado hasta ahora», explica.

Pepita Castellví, como la llaman casi todos, admite que «la investigación en la Antártida es cara», sobre todo por los medios que se necesitan. «Pero merece muchísimo la pena y creo que habría que mantener la financiación. En este rincón de la Tierra, con hielos que alcanzan los 4.000 metros de espesor, se ha acumulado información de miles de años que tenemos que sacar antes de que se malogre», afirma rotunda.

El genoma de la cobra, un arma potencial contra el cáncer

Lo utilizan como arma química letal para capturar a sus presas y protegerse de sus enemigos, pero convenientemente tratado, el veneno de la cobra real también puede convertirse en una potente herramienta biomédica. Un equipo internacional de científicos, en el que ha participado el CSIC, ha logrado secuenciar el genoma de este reptil, el primero de las serpientes, según aparece publicado en la revista 'PNAS'.
Es de sobra conocido que el veneno de las serpientes contiene diferentes tipos de proteínas de interés para el sector de salud. De hecho, a día de hoy existen varios fármacos en el mercado (por ejemplo, para tratar la hipertensión) cuyos péptidos se han basado en el veneno de estos reptiles. Sin embargo, desde que se han abaratado los costes de la tecnología para secuenciar genomas (hasta ahora restringidos a los humanos), la posibilidad de tratar y paliar otras enfermedades, como el cáncer, está tomando más fuerza.
"En el veneno de las serpientes existen determinados componentes, como la desintegrina, que impiden la formación de vasos sanguíneos, lo que ayudaría a parar el proceso de metástasis. Si se frena la metástasis, el tumor deja de crecer", explica Libia Sanz, miembro del equipo de Juan José Calvete que participó en el descifre del genoma de la cobra real. "Pero de ahí a decir que podrá curar el cáncer es mucho decir. Lo puede paliar", recalca.
Paralelamente y por casualidad, se ha publicado otro estudio que descifra el genoma de la serpiente pitón de Birmania, que no es venenosa, lo que ha permitido comparar en muy poco tiempo los dos únicos genomas de serpientes que existen. "Durante su evolución, las serpientes venenosas han desarrollado unas glándulas en las que determinados genes se han ido transformando en toxinas que más tarde han formado sus venenos. Conocer el mecanismo mediante el cual una proteína se transforma en una toxina, podría permitir, en un futuro, reproducirlo en el laboratorio y modificarlo para que en vez de matar, ayude a curar", comenta Calvete.
Presumiblemente, la aplicación definitiva en pacientes de cáncertardará en llegar bastante tiempo, debido a que se trata de investigaciones que requieren muchos años de estudio y una alta financiación económica.
La cobra real es la más larga de las serpientes venenosas. Vive en los bosques del sureste asiático y se alimenta otros ofidios. Las toxinas de su veneno son de tipo neurotóxico, es decir, afectan al sistema nervioso y central. Su mordedura es mortal.

El telescopio Hubble detecta agua en las atmósferas de cinco planetas fuera del Sistema Solar

Gracias al potente ojo cósmico del telescopio espacial Hubble, dos equipos de científicos han detectado indicios de agua en las atmósferas de cinco planetas fuera del Sistema Solar.
La existencia de agua en planetas extrasolares ya se había comprobado en investigaciones anteriores, pero éste es el primer estudio que ha logrado medir y comparar la cantidad de agua en estos cinco mundos, según informa la NASA en un comunicado.
Aunque los planetas que orbitan otros soles están demasiado lejos como para que puedan observarse directamente, es posible realizaranálisis de su tamaño y la composición de sus atmósferas, al estudiar el tránsito de estos mundos delante de sus estrellas.
La cantidad de agua detectada en los cinco planetas estudiados con el Hubble (WASP-17b, HD209458b, WASP-12b, WASP-19b y XO-1b) variaba bastante. Las señales más fuertes que indicaban la presencia de H20 se observaron en WASP-17b y HD209458b, aunque en los otros tres planetas también se detectaron claramenteindicios consistentes con la existencia de agua.
"Estamos convencidos de que hemos detectado señales de agua en múltiples planetas", asegura Avi Mandell, investigador del Centro Goddard de la NASA, en Maryland, y autor principal de uno de los estudios sobre este hallazgo, que publica hoy la revista Astrophysical Journal. "Este trabajo realmente abre la puerta a la posibilidad decomparar cuánta agua hay en las atmósferas de diversos tipos de exoplanetas, por ejemplo las diferencias que existen entre los más calientes y los más fríos".
Estas investigaciones forman parte de un censo que analiza las atmósferas de exoplanetas, dirigido por el científico L. Drake Dreming, de la Universidad de Maryland. Sus observaciones han vuelto a demostrar una vez más el extraordinario potencial científico del Hubble en el estudio de exoplanetas.
"Es extraordinariamente difícil detectar la atmósfera de un exoplaneta", explica Deming, cuyo equipo utilizó una nueva técnica de observación que incrementó la precisión de sus mediciones."Perofuimos capaces de obtener una señal clara, y es agua", asegura el investigador.

La Gran Mancha de Júpiter y el secreto de su larga vida



El astrónomo Rafael Bachiller nos descubre en esta serie los fenómenos más espectaculares del Cosmos. Temas de palpitante investigación, aventuras astronómicas y novedades científicas sobre el Universo analizadas en profundidad.

Teóricamente esta colosal tormenta debería haberse disipado hace muchas décadas, su persistencia durante varios siglos era un misterio para los astrónomos. Un nuevo estudio revela que el secreto de la longevidad de la Gran Mancha puede encontrarse en los flujos verticales de gas.
La madre de todas las tormentas



Estamos ante la mayor tormenta del Sistema Solar. La Gran Mancha Roja de Júpiter es un gigantesco anticiclón que mide unos 12.000 kilómetros en la dirección Norte-Sur (similar al tamaño de la Tierra) y más de 30.000 kilómetros en dirección Este-Oeste. El gas gira en la mancha en el sentido contrario a las agujas de un reloj con un periodo de unos 6 días terrestres (14 días jovianos). En las regiones externas de la periferia de la mancha, las inestabilidades hidrodinámicas crean complejas estructuras rizadas.

Este vórtice colosal se conoce desde hace más de tres siglos y su longevidad ha sido un quebradero de cabeza para astrónomos y físicos de fluidos durante años. Y es que son muchos los procesos físicos que tienden a desvanecer los vórtices de fluidos de este tipo. Tanto la turbulencia, como las ondas hidrodinámicas, como la radiación térmica contribuyen a las pérdidas energéticas que deberían disipar el torbellino. Además, la Gran Mancha Roja está situada entre dos corrientes de chorro de sentido opuesto, lo que debería tender a frenar su rotación.
Buscando energía

Para explicar la larga vida de la Gran Mancha Roja se ha argumentado que ésta podría absorber otros torbellinos menores de su entorno. Aunque se trate de un mecanismo ciertamente importante, las observaciones demuestran que el número de vórtices que se crean en su periferia es insuficiente para alimentar a la Gran Mancha y hacerla perdurar.



Pedram Hassanzadeh, investigador posdoctoral de la Universidad de Harvard, junto con Philip Marcus, profesor de física de fluidos de la Universidad de California en Berkeley, han desarrollado ahora unmodelo hidrodinámico en 3 dimensiones que simula los movimientos de la Gran Mancha con un elevado grado de detalle (gran resolución espacial). Al trabajar en 3D, este modelo no solo tiene en cuenta los turbulentos vientos horizontales, sino que considera los flujos verticales de gas que habían sido ignorados hasta ahora. Aunque menos energéticos, estos flujos verticales son capaces de transportar gas caliente desde las regiones superiores, y gas frío desde las inferiores, hacia las regiones centrales del vórtice, aportando así una cantidad significativa de energía.

En conjunción con los flujos verticales, la absorción de remolinos vecinos y los vientos radiales desde las corrientes de chorro, también contribuyen de manera significativa a contrarrestar las pérdidas y mantener activa la Gran Mancha durante siglos.
Vórtices en el Atlántico y en las protoestrellas



Naturalmente el mecanismo estudiado por Hassanzadeh y Marcus no es específico de Júpiter y puede ser aplicado en muchos otros contextos de la dinámica de fluidos. Por ejemplo, en las proximidades del Estrecho de Gibraltar se observan vórtices oceánicos que pueden perdurar durante años. Estos vórtices también parecen estar alimentados por los flujos verticales de agua que, además, resultan sumamente importantes para mantener el ecosistema, aportando nutrientes desde las profundidades a la superficie.

Otro ejemplo lo constituyen los discos protoplanetarios que se forman en torno a las protoestrellas y las estrellas jóvenes. Los vórtices podrían llegar a durar aquí millones de años ayudando a aglomerar las partículas de polvo y los escombros que llegan a formar cuerpos mucho mayores: los planetas.

El trabajo de Hassanzadeh y Marcus fue presentado el 25 de noviembre pasado en la reunión anual de la División de Dinámica de Fluidos de la Sociedad Americana de Física que tuvo lugar en Pittsburgh (Pensilvania, EEUU).

Alerta en Mallorca por la plaga del escarabajo devorador de palmeras

Quien tiene hoy una palmera en Mallorca tiene una pena. El culpable de esa desazón, que en sólo siete años ha obligado a talar 5.627 ejemplares en toda la isla, sólo tiene de resultón el nombre: el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus). Una plaga devastadora que no tiene depredador conocido (no hay pájaro que lo quiera) detectada por primera vez en Mallorca en 2006 en el municipio de Campos, y que desde entonces ha avanzado de forma implacable, arrasando cuantos ejemplares toca con su pico afilado.
Un escarabajo de la familia de los coleópteros, originario de Asia tropical, que puede alcanzar en edad adulta los cuatro centímetros de longitud y que una vez arranca el vuelo puede desplazarse a una distancia de hasta cinco kilómetros para depositar sus larvas en la primera palmera que se le ponga a tiro.
Aunque, en un principio, su pista preferente de aterrizaje era la palmera canaria, ahora sus gustos se extienden al resto de las especies, en las que puede dejar hasta 185 huevos. Una vez que nace el gusano, convierte la copa y el tierno florero del ejemplar en un laberinto de galerías, secando unas palmas que acabarán rendidas sobre un tronco seco. Todo en cuestión de semanas, el tiempo que tarda en hacerse un aguerrido y anaranjado escarabajo y continuar un ciclo que en Mallorca tiene en jaque a los 52 municipios de la isla, incluidos los pueblos de la protegida Serra de Tramuntana, Patrimonio de la Humanidad.

Un impacto del 'boom' urbanístico

Su entrada en España, como sucede con otros males que asolan este país, vino asociado al boom de la construcción en el área Mediterránea a caballo entre los dos milenios: nuevas urbanizaciones levantadas por vía de urgencia engalanadas con palmeras ya infestadas procedentes de Egipto. De Almuñécar, donde se detectó por primera vez, pasó a Alicante, Valencia y ahí, hasta el palmeral patrimonial de Elche, Andalucía, Murcia, etcétera.
Desde la organización ecologista WWF-España, Laura Moreno lamenta que por esas ganas de dinero rápido «se saltaron muchos procedimientos de control y aunque ya se sabía cómo venían esas palmeras no se tuvo en cuenta el daño que podían ocasionar».
La observación periódica de los ejemplares es crucial para su detección y la pista clave que delata su acción es simple: si las palmas de más arriba de la corona no son las más largas, es que el picudo ya está allí. A partir de ahí, toca ponerse en combate antes de que sea demasiado tarde.
Desde el Govern balear, que ahora se ha puesto a trabajar a contrarreloj, la recomendación es clara: se han de realizar dos tratamientos fitosanitarios preventivos a todas las palmacias de la zona de vigilancia intensiva (hasta un kilómetro del foco) y a las del área de protección susceptibles de estar afectadas por el insecto. Pero aún no existe ningún tratamiento definitivo para combatirlo(hay pruebas con parásitos a nivel de laboratorio) y la base de todo está en la prevención.

La dejadez de la Administración

En Mallorca, como en el resto de España, la pasividad de la Administración, contribuyó a la extensión de la plaga. Los alcaldes se limitaron durante un lustro a ir recogiendo los cadáveres que el tiempo le dejaba por el camino. En muchas ocasiones, como sucedió en el municipio Pollença en el norte de la isla, dejaban al aire libre los restos de las podas. Una dejadez que puso en riesgo en el caso de Palma un valor patrimonial, según un estudio municipal, de casi 50 millones de euros para un total de 29.000 ejemplares.
A diferencia de otras plagas arbóreas, con el picudo no se puede convivir, como bien comprobaron en la isla canaria de La Palma en la década pasada, el único lugar donde lograron erradicarlo. «Una vez actúa es como la gangrena, la única fórmula que vale es cortar el ejemplar, incinerarlo o enterrarlo a 3 metros para que no salga», apunta Alejandro Asensi, coordinador del área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Palma de Mallorca que se desplazó a la isla canaria en 2011 para saber qué habían hecho allí. Desde ese año, no se reponen palmeras en las calles y plazas de la capital balear.
Esta misma semana, en colaboración con la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el Govern ha puesto en marcha un proyecto piloto de control aunque circunscrito a los municipios Alcúdia y Pollença. En esta ocasión, la receta se basa en la captura de hembras de picudo rojo mediante trampas que contienen una sustancia que atrae a los escarabajos adultos. En total se han colocado 134 trampas. La inversión, de apenas 25.000 euros, pone en evidencia que barato era el remedio para tanto mal.

Autopsias digitales en 3D sin manipular el cadáver



El primer centro europeo para realizar autopsias digitales acaba de abrirse en Sheffield, norte de Inglaterra, en una iniciativa conjunta entre el ayuntamiento de la ciudad y la empresa iGene, que ha desarrollado la tecnología para hacer autopsias digitales, no-intrusivas o sin intervenir en el cadáver. La máquina que recorre el cuerpo es un escáner CT que secciona al fallecido en 3.400 áreas y detecta automáticamente las anomalías.

Las imágenes en tres dimensiones (3D) rotatorias se pueden proyectar en una pantalla de ordenador o en una tableta. El examen digital de un muerto puede hacerse en tres minutos y medio. El departamento abierto en el Medico-Legal-Centre de Sheffield está estos días en periodo de pruebas y tiene previsto ejecutar las primeras autopsias a principios del mes de enero. Este será el primero de una serie de 18 centros que se abrirán en Reino Unido hasta finales del año 2015. En total, la red de laboratorios costará 50 millones de libras (60 millones de euros). El centro pionero de Sheffield ha sido sufragado con tres millones de libras (3.6 millones de euros).



La compañía iGene, que ha desarrollado durante 12 años la tecnología posible para obtener autopsias digitales, fue fundada en Malasia y allí abrió en el 2010 el primer centro o la experiencia piloto que ha entrado ahora a Europa por la puerta británica. El segundo centro que se abrirá en Reino Unido se ubicará en Bradford, norte de Inglaterra. En Malasia se han hecho unas 3.500 autopsias en 3D desde que entró en funcionamiento la nueva técnica de estudio de cadáveres.

Tony Simpson, director ejecutivo de iGene en Reino Unido, explica que "en autopsias se están utilizando las mismas técnicas que se usaban hace 200 años, y hemos avanzado mucho desde entonces".La autopsia digital que desmenuza el interior de un cadáver no garantiza dar a conocer la causa de la muerte aunque hasta ahora ha dado respuesta al 70% de los casos. En Reino Unido se hicieron 95.000 autopsias el año pasado, un 20% de las muertes ocurridas, o fallecimientos producidos por causas no naturales.

La llegada de las autopsias en 3D a Europa ha recibido el beneplácito de sectores religiosos judíos y musulmanes, hostiles a la manipulación de los cadáveres por razones religiosas. Las autopsias digitales permitirán la entrega más rápida del cadáver a los familiares de fallecidos por muerte sospechosa para ser enterrado o incinerado. En otro orden de cosas, los nuevos centros generarán 250 nuevos puestos de trabajo en Reino Unido.

Matt Chandran, director ejecutivo de iGene, considera las autopsias digitales como un gran avance. "El desarrollo de esta tecnología es un gran paso humanitario de cara a establecer la causa de una muerte no natural", ha comentado.

La NASA cultivará nabos, berros y albahaca en la Luna

La NASA enviará a la Luna en 2015 un pequeño vivero con el que experimentará el cultivo de nabos, berros y albahaca y que podría representar el comienzo de la horticultura para alimento humano en la superficie selenita.
La NASA informó esta semana de que la cámara sellada para el primer intento de germinación sobre la Luna, irá a bordo de una nave privada que resulte ganadora del Premio Lunar X de Google.
"Nuestro concepto es el desarrollo de una cámara de cultivo simple, sellada, que pueda sustentar la germinación en un período de cinco a 10 días en la Luna", indicó la agencia. "Un filtro de papel con nutrientes disueltos, dentro de la cámara, puede alimentar a un centenar de semillas de berros, diez semillas de albahaca y otras diez de nabo".
Un comunicado del Centro Ames de Investigación de la NASA explicó que el objetivo del experimento es determinar si "los humanos pueden vivir y trabajar en la Luna (...) quedándose durante décadas", por lo que un primer paso en ese sentido es el envío de las plantas.
"Recién germinadas, las plantas pueden ser tan sensibles como los humanos a las condiciones ambientales y a veces más sensibles", continuó el comunicado. "Las plantas llevan material genético que puede resultar dañado por la radiación, al igual que los humanos.
El envío de las semillas servirá para explorar el ambiente lunar tal como en viejos tiempos los mineros llevaban un canario adentro de los túneles para detectar la presencia de gases explosivos.
El experimento no involucra la prueba de cultivo de las plantas sobre el suelo lunar, cubierto por un polvo que carece de muchos de los nutrientes que sustentan la vida vegetal, y en el cual no existe el material orgánico descompuesto que enriquece el suelo terrestre.
Asimismo los niveles de radiación en la Luna son mucho más intensos que en la Tierra ya que el satélite no posee una atmósfera que detenga los rayos más dañinos del Sol.
En la superficie de la Luna las temperaturas varían en un mismo día desde los 100 grados Celsius a los 173 grados Celsius bajo cero, y el ciclo de luz y sombra que regula la fotosíntesis está sujeto al hecho de que el "día" lunar dura unos 28 días terrestres.
El Centro Ames explicó que una vez que la nave se pose sobre la Luna un mecanismo liberará un pequeño depósito de agua que humedecerá el papel e iniciará la germinación de las semillas del mismo modo que ocurre en el experimento escolar.
Los brotes serán fotografiados a intervalos regulares con resolución suficiente para comparar las pautas de crecimiento en plantas de control en la Tierra.
"Usaremos la luz natural del Sol sobre la Luna como fuente de iluminación para la germinación de las plantas como una primera demostración del uso de los recursos in situ", añadió.

En busca de la 'superinteligencia'

En unas luminosas oficinas de la Universidad de Oxford, más de 300 académicos llevan ocho años buscando respuestas a las «grandes preguntas» de nuestra civilización. Estamos en el Instituto para el Futuro de la Humanidad (FHI), recorrido por una pizarra blanca en la que los algoritmos y las ecuaciones se suceden en una especie de grafiti inquietante e indescifrable.
A falta de una bola de cristal, Nick Bostrom se sienta en una de esas pelotas de pilates que hacen las veces de sillas ante la gran mesa de reuniones. El filósofo y matemático sueco de 40 años, considerado como uno de los 100 mejores cerebros del planeta por la revista Foreign Policy, lleva las riendas del FHI e intenta despejar desde aquí la niebla de lo que nos espera en las próximas décadas, que no es poco.
«El hombre es la mayor promesa y la mayor amenaza para el hombre», nos advierte ya de entrada. «Estamos en medio del mayor proceso transformativo de la Humanidad, el que tal vez nos abra las puertas del post-humanismo. Pero las mismas tecnologías que nos van a posibilitar ese salto entrañan también grandes riesgos. En cierto modo, somos como bebés jugando con explosivos».
Uno de los campos predilectos de Bostrom es el estudio de las catástrofes existenciales y los riesgos de la especie humana. «Durante más de 100.000 años hemos sido capaces de sobrevivir a asteroides, terremotos, tifones, volcanes y todo tipo de catástrofes naturales. Aunque las condiciones de vida en la Tierra serán más severas, es posible que podamos aguantar otros 100.000 año capeando el temporal. Pero nadie ni nada nos ha preparado para enfrentarnos al producto de la actividad humana en el siglo XXI».
Tres tecnologías, tres, ofrecen según Bostrom la gran promesa o la gran amenaza, según se mire: la nanotecnología molecular, la biología sintética y la superinteligencia. Lo ideal, según él, es que la superinteligencia artificial (la creación de un intelecto que se comporta de manera superior a los cerebros humanos) avanzara más rápido que las otras dos tecnologías y nos permitiera un relativo control.
Pero la carrera hacia la superinteligencia sigue abierta (a eso le dedica precisamente su próximo libro) y los riesgos son también patentes, con la posibilidad de una sociedad distópica al estilo 1984. «¿Cuánto estamos de lejos de las primeras máquinas supertinteligentes?», le preguntamos a Bostrom, pero él insiste en lo que suyo no es mirar a un bola de cristal: «Aún no lo sabemos. Hay mucha incertidumbre sobre la escala del tiempo. En vez de elegir un año arbitrariamente, nosotros funcionamos con probabilidades, y la probabilidad es bien alta en este siglo».
Bostrom es uno de los mayores adalides del transhumanismo (cómo aplicar la tecnología para mejorar las capacidades físicas y mentales de nuestra especie), pero sin embargo se desmarca de Ray Kurzweil, el profeta de la singularidad. «Yo no creo que vaya a haber un momento mágico o místico de la fusión hombre-máquina en el 2044 o en cualquier otro año simbólico. Creo que todo va a ser más gradual, y hasta cierto punto es deseable que así sea, para que pueda haber un debate en la sociedad y se puedan evaluar las dimensiones éticas».
El filósofo sueco piensa, por ejemplo, que la reproducción clónica en los humanos será inevitable, una vez se haya perfeccionado con los animales. «Con estas y otras técnicas ocurrirá como lo que pasó en su día con la fecundación in vitro. La mayoría de la gente se oponía al procedimiento, ante el temor de que los bebés probeta fueran deshumanizados. Con el nacimiento de Louise Brown, la mayoría de la gente pasó a aceptarlo como algo normal».
Bostrom es también un claro defensor de la mejora humana: «La tecnología puede ser muy útil para superar nuestras actuales limitaciones biológicas. Podremos frenar o ralentizar el proceso de envejecimiento. Podremos extender nuestras vidas más allá de los 100 años. Podremos expandir el potencial de nuestras mentes».
El director del FHI está a favor de la «selección genética» y opina que en unos años será relativamente normal que los padres puedan prevenir la trasmisión de enfermedades genéticas a sus hijos.
¿Le preguntamos a Bostrom si no estaremos abriendo las puertas a un futuro al estilo Un mundo feliz, dividido entre humanos y superhumanos, mejorados genéticamente o reforzados en vida. Un mundo, en fin, cada vez más segregado entre los que tienen y los que no tienen. «El riesgo de una mayor división es obvio», admite. «Y en este sentido creo que los Gobiernos deberían jugar un papel fundamental para garantizar el acceso de toda la sociedad a tecnologías beneficiosas».

Sima de huesos

Juan Luis Arsuaga y su cuadrilla de antropólogos escarbando en la Sima de los Huesos de Atapuerca, han hallado un fragmento de fémur de dos gramos con el ADN mitocondrial más antiguo de la humanidad (400.000 años).
Pero el genoma no es de Neandertal, sino de un antepasado de Putin. Ese cromosoma se detectó hace unos años en el dedo meñique de una niña siberiana de siete años y ojos marrones y confirma una vez más la teoría de Darwin: En la charca primitiva, se cruzaban las especies, en una bacanal de monos. Hubo una cueva redonda en la que se aparearon los sapiens, los neandertales y los hombres de las flores después de su peregrinaje desde África, de donde venimos todos.
Darwin es el viejo topo que no deja de escarbar. Su teoría de la supervivencia del más canalla ha triturado sandeces y sirve para analizar la burbuja; la crisis ha reproducido su amarga sátira de la lucha por la supervivencia y el carácter salvaje de los mercados y los bancos. Por él sabemos que somos una minoría de primates que esclaviza a los que no pagan el alquiler de la cueva. Por miedo a su mujer, Darwin no dijo abiertamente que no descendemos de Adán y Eva de Durero, sino de unos simios llenos de pulgas. Parece que el sabio dejó de ser creyente a los 40 años al deducir que el cristianismo no se apoya en evidencias. En España lo rejonearon.
Los poetas oficiales le llamaron cuadrúmano en la copa del árbol con el culo asido; los comerciantes lo vendieron en una etiqueta de Anís del Mono y los curas lo metieron en el Índice. El obispo de Granada dijo que destruía la teología y lo definió como herético injurioso. Luego, los últimos papas declararon que la teoría de la evolución puede coexistir con la fe.
El peligro ahora no es la religión, sino la ciencia como religión de la posmodernidad. Nos cuentan cada día historias tan inverosímiles como las de la Biblia, amparándose en la barba y en la jerga. Nos hablan de cientos de miles de años sin ton ni son.
Como advirtió Darwin a propósito de los cristianos, no se apoyan en evidencias, ni terminan de averiguar que misterioso salto evolutivo dio este mono desnudo, dejando en la cuneta tirados a los grandes orangutanes y los peludos chimpancés. Por eso, éstos monos y los perros, nos ven, como a colegas majaras que ríen, lloran y sufren por estupideces abstractas. Lo dijo Whitman: «Los otros animales no lloran por sus pecados, ninguno se arrodilla, ni ante los otros, ni ante los muertos o los dioses».

La contaminación atmosférica resta años de vida



Estar sometido día tras día y durante años a la contaminación atmosférica no sólo aumenta considerablemente el riesgo de cáncer,especialmente el de pulmón, también resta años de vida. Así lo demuestra un nuevo estudio, el más grande realizado hasta la fecha y en el que participa España. Concretamente, por cada incremento anual de cinco microgramos por metro cúbico de unas partículas contaminantes conocidas como PM 2.5, presentes en el humo del tráfico, la calefacción urbana y las plantas eléctricas de carbón, aumenta el riesgo de muerte prematura en un 7%.

Y lo peor es que este robo de vida ocurre incluso cuando los valores de estas partículas en suspensión están por debajo de los límites máximos establecidos por Europa, 25 microgramos por metro cúbico al año. Es decir, no hay umbrales seguros y así lo confirma cada uno de los estudios que se van publicando sobre los efectos de la contaminación ambiental. Los últimos señalaban que precisamente los niveles permitidos por la UE son capaces de aumentar el riesgo de morir por un problema cardiaco y aún más. Las madres expuestas a la emisión de contaminantes en la atmósfera son significativamente más propensas a tener hijos de bajo peso al nacer.

Una suma de evidencias que ahora se renueva con la conclusión de esta investigación, liderada por Rob Beelen, de la Universidad de Utrecht (Países Bajos). "Pocos estudios han analizado la relación entre las partículas en suspensión PM 2.5 y la mortalidad", argumenta el autor. Con el objetivo de averiguarlo, se inició un gran proyecto compuesto por 13 países europeos, entre ellos España, a través del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y del Ciber en Epidemiología y Salud Pública -Ciberesp-. En total, se han recabado datos de 367.251 personas de 22 estudios diferentes durante casi 14 años.
Otros factores de mortalidad

Por un lado, "hemos medido las concentraciones de algunos de los contaminantes que más problemas causan en la salud, como las partículas en suspensión (PM2.5, PM10) y el dióxido de Nitrógeno", relata el estudio que publica esta semana la revista The Lancet. De forma paralela, se ha tomado nota de condicionantes de la mortalidad como el tabaco, la actividad física, el nivel socioeconómico, la educación o el índice de masa corporal.

Entre los participantes, durante el periodo de seguimiento se registraron 29.076 muertes naturales (no se tuvieron en cuenta las ocasionadas por un accidente o suicidios). Así, afirman los autores del trabajo, "las PM 2.5 demostraron ser una gran amenaza para la salud incluso por debajo de los límites permitidos en la legislación europea". Por cada incremento anual de cinco microgramos por metro cúbico, aumentaba el riesgo de muerte prematura un 7%y los resultados eran consistentes al ajustarlos con otros factores de riesgo, como los anteriormente mencionados (tabaco, alcohol...).

Dadas las conclusiones sobre los efectos nocivos de las partículas en suspensión PM 2.5 y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se muestra más exigente con los límites (recomienda no superar los 10 microgramos por metro cúbico), "apoyamos la idea de ser más rígidos en cuanto al umbral legal [...] Acarrearía significativos beneficios para la salud de la población", propone Marck Nieuwenhuijsen, uno de los investigadores del CREAL encargados del estudio en España, que ha hablado con EL MUNDO. "Los niveles legales actuales son demasiado altos y, aunque no existe un límite con riesgo cero, conviene reducirlos para mejorar la salud". Sin embargo, agrega, "requiere una importante inversión que ahora, con la crisis, nadie está dispuesto a hacer". Una inyección económica, por ejemplo, "para producir coches eléctricos, pero la gente tendría que comprarlos. Es una situación difícil, así que lo más realista, de momento, es recomendar sustituir el coche por la bicicleta o el transporte público".

Según apuntan en un comentario adjunto al estudio, para Jeremy Langrish y Nicholas Mills, de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), "aunque en los últimos 50 años se haya logrado mejorar la calidad del aire, los datos de Beelen y sus colegas recuerdan que debemos seguir atentos a los efectos de la contaminación sobre la salud". Y agrega: "Se trata de un gran estudio que, aunque tiene algunas limitaciones (no se extrapolan las causas de muerte y las medidas de los contaminantes han podido ser mal clasificadas ), subraya la necesidad de diseñar políticas para reducir la morbilidad y la mortalidad en Europa y, en vista de este informe, la contaminación tiene un papel importante en esto". Para la OMs, de hecho, es una prioridad

Descubren un nuevo género de escarabajo canario


Moreiba, nuevo género de Laparocerini (Coleoptera, Curculionidae) en...


Los gorgojos (Curculionidae) son una de las familias de mayor riqueza del planeta. Se considera que agrupa actualmente a más de 70.000 especies. Para hacerse una idea, el número de mamíferos conocidos no es mayor de 5.500, un número doce veces menor que el de estos coleópteros. Un científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales describe en la revista 'ZooKeys' un nuevo género de gorgojos de las islas Canarias, que ha denominado Moreiba.
 "El hallazgo de este nuevo género se ha basado en una especie originalmente descrita por el científico Herbert Franz en la isla de El Hierro, que estaba mal catalogada en la taxonomía. Ha sido preciso recolocarla y crear un género nuevo para ella mediante un estudio más profundo de sus características", explica a Sinc Miguel A. Alonso Zarazaga, del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Este grupo evolutivo es de los más exitosos del planeta. Se ha adaptado a numerosos hábitats y a comer casi cualquier tipo de planta El género más cercano a este es Laparocerus, muy común en las Canarias, del que se distingue por el rostro más ancho que largo, el pronoto (una parte del tórax) granuloso y un tamaño más pequeño. Este grupo evolutivo es de los más exitosos del planeta. Se ha adaptado a numerosos hábitats y a comer casi cualquier tipo de planta. "Tienen gran importancia agronómica y forestal porque muchos de ellos son plagas de nuestros cultivos y bosques", añade el científico. Conservar las colecciones de los museos Otra de las áreas de estudio de Alonso es la descripción de especies que se guardan en los museos a la espera de ser catalogadas. En este sentido, este mismo año describía otro nuevo género de coleóptero del Museo de Zoología de la Universidad de Uppsala (Suecia).
 "En la misma revista publiqué un artículo que ponía de relieve la importancia de conservar las colecciones de los museos en buenas condiciones. En este estudio describí un género nuevo de Sudáfrica sobre un ejemplar recogido por Carl Peter Thunberg, discípulo de Linneo (el padre de la taxonomía moderna), a finales del siglo XVIII", señala Alonso.
 Se trata de Thunbergapion de la tribu Aplemonini y se distingue de los géneros cercanos por tener un rostro más largo y fino, y la presencia de escamas anchas en los élitros (las alas anteriores). Esas colecciones antiguas permiten a los científicos evaluar la fauna que había en su época (en este caso, hace tres siglos), y los cambios que han experimentado las especies en una zona determinada del planeta.

Españoles en el paraíso de los físicos



Algunos están de paso, otros van y vienen y una minoría trabaja aquí de manera permanente. El Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), el lugar en el que nació internet, es un paraíso para los 10.000 científicos de cien nacionalidades que tienen el privilegio de investigar en este organismo que es casi una ciudad en sí misma, con calles bautizadas con nombres de físicos célebres.

Según detalla Antonio Pich, catedrático de la Universidad de Valencia y coordinador del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN), la comunidad española está formada por unos 900 investigadores (250 contratados directamente, 400 están en España y vienen ocasionalmente a Suiza, y otros 250 están en la nómina de empresas que trabajan para el CERN). A ellos hay que sumar los que investigan para centros extranjeros.

El barcelonés Antonio Cuenca Pérez es uno de los nueve españoles que forman parte del cuerpo de 50 bomberos profesionales del CERN, donde trabaja desde hace 26 años:«Aquí hay que estar preparado para todo. Desde un incendio a una torcedura de tobillo», relata Cuenca mientras nos acompaña durante la visita que un grupo de periodistas españoles realizamos al túnel circular de 27 kilómetros por el que que circulan los haces cargados de protones a velocidades parecidas a al luz cuando está en marcha el gran acelerador de partículas.

Aquí, la eficiencia suiza se combina con el pragmatismo de los ingenieros y las mentes de los físicos de partículas para convertir en realidad los experimentos soñados. Y es que, aunque fue sonada la grave avería que se produjo días después de la inauguración del LHC, en 2008, cuando se visitan los entresijos de los detectores lo que sorprende es que los fallos no sean más frecuentes.

El CERN se renueva tras el hallazgo del bosón de Higgs



En apariencia, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN, por sus siglas en francés) no es muy diferente a un campus universitario. Un edificio en forma de esfera a la entrada del complejo y un pequeño jardín en el que se exhiben antiguas piezas de aceleradores sugieren que estamos en un lugar especial.

Pero aquí, en la frontera entre Suiza y Francia, lo verdaderamente extraordinario ocurre bajo nuestros pies. A cien metros de profundidad hay un túnel de 27 kilómetros de circunferencia por el que circulan y colisionan protones a una velocidad cercana a la de la luz. Se trata del Gran Colisionador de Hadrones (Large Hadron Collider, LHC), el acelerador de partículas más grande jamás construido. Una obra faraónica y multimillonaria que está permitiendo realizar el que muchos consideran el mayor experimento del mundo.

Si desde su inauguración, en 2008, el LHC se considera un hito de la ingeniería y la ciencia, el 4 de julio de 2012, cuando fue anunciado eldescubrimiento del bosón de Higgs, se ganó un lugar destacado en la historia de la Física. Ahora se ha hecho la primera gran parada técnica para realizar mejoras y preparar la siguiente etapa del acelerador de partículas, que comenzará en 2015. Y es que aquí todavía queda mucha ciencia por hacer.
La 'máquina del tiempo'

¿De qué está hecho el Universo? ¿Cómo comenzó todo? El CERN, un organismo internacional fundado en 1954, nació con el objetivo de investigar de qué está compuesta la materia. «No entendemos la mayor parte del Universo», afirma Luis Álvarez-Gaumé, físico teórico en el CERN desde hace un cuarto de siglo. Según detalla, sólo un 4% del Universo está constituido por átomos, es decir, es materia como la nuestra. La inmensa mayoría es energía oscura (74%) y materia oscura (22%), pero no saben qué es ni de dónde procede: «Ni siquiera entendemos bien ese 4%».

Para intentar comprenderlo, el CERN construye instrumentos como el LHC, que ha costado unos 3.000 millones de euros y ha sido bautizada como la máquina del tiempo. Y es que aquí los científicos reproducen unas condiciones parecidas a las que debieron darse tras el Big Bang, la gran explosión que originó el Universo hace 13.700 millones de años.

Uno de los principales objetivos del LHC era confirmar o refutar la existencia del bosón de Higgs, la única partícula predicha por el Modelo Estándar de Física de Partículas que quedaba por descubrir y de la que se pensaba que tenía un papel clave en el mecanismo por el que se origina la masa del Universo. Se llamó así por el británicoPeter Higgs, uno de los físicos teóricos que en los 60 propuso su existencia y por cuyo trabajo ha recibido en 2013 [junto a François Englert] el Nobel y el Premio Príncipe de Asturias. «Mucha gente apostaba por que no se podía descubrir. Pero el bosón que han visto nuestros compañeros experimentales se parece mucho al descrito en los 60. Ha sido un trabajo de una dificultad inmensa, como buscar un aguja en un pajar», señala Álvarez-Gaumé.

«Hemos descubierto una partícula que creemos que es el bosón de Higgs, no está confirmado al 100% pero probablemente no lo esté nunca. Ahora toca determinar sus propiedades», explica el leonés Isidro González, físico de la Universidad de Oviedo, que trabajó en el antiguo acelerador LEP, que predecesor al LHC.

Además de estudiar con precisión el bosón de Higgs, para el director del CERN, Rolf Heuer, el gran objetivo del LHC a partir de 2015 será investigar la materia oscura:«Sabemos que existe pero no sabemos qué es. Realmente esperamos que el LHC abra la primera ventana y nos dé algunas ideas», explica durante una rueda de prensa con periodistas españoles invitados a visitar las instalaciones del CERN aprovechando el parón técnico del gran acelerador.

'Curiosity' halla indicios de un lago marciano con vida microbiana



Había una vez en Marte un lago que pudo albergar algún tipo de vida microbiana. Ocurrió hace unos 3.600 millones de años en la denominada Bahía Yellowknife, en el cráter Gale, cerca del ecuador marciano. Se trata de uno de los últimos hallazgos de Curiosity, el vehículo robótico de la NASA que desde que llegó al Planeta Rojo, en agosto de 2012, está perforando el subsuelo y analizando rocas para buscar indicios de vida en el pasado.

Los datos que está recabando el rover mantienen ocupados a un gran número de equipos investigadores de diversos países. De hecho, ésta es sólo una de las seis investigaciones sobre Curiosity que publica esta semana la revista Science. El vehículo de la NASA será también uno de los protagonistas del Congreso de otoño que la American Geophysical Union celebra estos días en San Francisco (California, EEUU), donde se expondrán y se debatirán sus últimos resultados científicos.

No es la primera vez que se encuentran indicios de la presencia de agua tras analizar rocas marcianas. Anteriormente, el mismo equipo que firma este estudio, junto con otros investigadores del MSL (Mars Science Laboratory), los habían hallado en conglomerados aunque, según explican, este nuevo trabajo es el que ofrece más pruebas sobre la posibilidad de que Marte estuviera habitado en el pasado. También se han hallado rocas que mostraban indicios de que fuerontalladas y moldeadas por corrientes de agua, como ríos o arroyos.
Un lago de agua dulce

Los científicos que firman el estudio sobre el lago marciano se basan en el análisis de una serie de rocas sedimentarias llamadas lutitas, que suelen formarse en aguas tranquilas.

Los investigadores creen que se trataría de un lago de agua dulce, con baja salinidad y un pH relativamente neutro que debía contener elementos como carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, sulfuro y fósforo. Un lago de estas características, sostienen, reuniría las condiciones perfectas para que se diera vida microbiana muy simple, como los llamados quimiolitoautótrofos.

Se trata de unos microbios que en la Tierra se encuentran con facilidad en cuevas y cerca de fumarolas hidrotermales. Estos organismos obtienen energía de la oxidación de compuestos inorgánicos que encuentran en rocas y minerales.
La radiación en Marte

Los investigadores aclaran que el hecho de que este lago pudiera albergar vida no quiere decir que la tuviera: "Es importante subrayar que no hemos encontrado señales de vida antigua en Marte. Lo que hemos descubierto es que el Cráter Gale pudo haber albergado un lago en su superficie que en el pasado pudo haber reunido condiciones favorables para la vida microbiana. Es un paso enormemente positivo para la exploración de Marte", explica el investigador Sanjeev Gupta, del Departamento de Ciencias de la Tierra en el Imperial College London (Reino Unido) y coautor de este trabajo.

El siguiente paso, adelantan, será buscar los lugares en los que hubo otros lagos o entornos habitables en el Cráter Gale, que tiene una anchura de unos 150 kilómetros.

Tres de las seis investigaciones que se incluyen en el especial deCuriosity ofrecen detalles sobre la formación de los sedimentos marcianos, sus componentes químicos y la cantidad de radiación a la que está expuesto el planeta. Éste último, liderado por Donald Hassler, ha medido la cantidad de radiación (tanto la que procede de rayos cósmicos como de otras partículas energéticas) que llega a la superficie marciana en 300 días. Este estudio ayudará a los científicos a calcular durante qué periodo pudo haber existido vida microbiana en Marte. También contribuirá a la preparación de una futura misión tripulada al Planeta Rojo, pues podrán determinar cuánto tiempo puede sobrevivir un ser humano en el inhóspito planeta en que se ha convertido.

La investigación liderada por Scott McLennan sobre la formación de los sedimentos de las muestras denominadas John Klein y Cumberland pone en evidencia los diversos entornos que debieron existir en Marte hace miles de millones de años, pues su análisis determinó que probablemente se formaron bajo condiciones extremadamente frías y áridas respectivamente.