jueves, 23 de enero de 2014
La UE se fija el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 40% para 2030
La Comisión Europea ha fijado los objetivos climáticos y energéticos de la UE para 2030 con una propuesta que busca poner de acuerdo a los Estados miembros, quienes en última instancia deberán dar el visto bueno definitivo. La meta para los próximos 16 años es que se consiga una reducción de emisiones del 40% respecto a los niveles que existían en 1990, mientras que se establece un objetivo de producción energética a través de fuentes renovables del 27% para el conjunto de la UE, aunque sin establecer cuotas obligatorias por países.
El Ejecutivo comunitario ha tenido que rebajar sus pretensiones iniciales y buscar una medida de compromiso que obtenga el consenso de los Estados miembros, con políticas energéticas muy diferentes. El presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, ha defendido este nuevo modelo de mayor flexibilidad porque, pese a que el creciente uso de energías renovables es clave para el futuro de la UE, se requiere de una importante integración del mercado energético y altos niveles de inversión por parte de los estados miembros.
Además, Bruselas ha renunciado a presentar una directiva que regule la extracción de gas mediante fracturación hidráulica (conocida como 'fracking') y se limita sólo a hacer unas recomendaciones genéricas, como la de tener en cuenta el impacto medioambiental y hacer consultas públicas antes de iniciar un proyecto con esta tecnología, que genera un gran rechazo entre los grupos ecologistas.
La inversión necesaria para alcanzar estos objetivos en 2030 se estima en 38.000 millones de euros al año para el conjunto de la UE, de los cuales más de la mitad se concentran en el sector residencial y de oficinas, para asegurar una mayor eficiencia en el consumo de la energía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario