Este viernes se firma la iniciativa 'Salud libre de mercurio en 2020' bajo el marco del convenio de Minamata. Dicho acuerdo pide la eliminación definitiva de termómetros y tensiómetros que contengan mercurio. Es decir, se pondrá fin a la producción, importanción y exportación no sólo de instrumentos médicos que incluyan este elemento químico, también de otros productos que lo contienen (como pilas e interruptores) de aquí a 2020.
"Con la firma de la Convención de Minamata conseguiremos proteger al mundo para siempre de las devastadoras consecuencias que el mercurio tiene en la salud", afirma la Directora General, Margaret Chan. Se trata de "uno de los 10 elementos químicos de mayor preocupación para la salud pública. Se dispersa y permanece en los organismos durante años, causando graves enfermedades y discapacidad intelectual a la población expuesta", continúa. Puede causar daño cerebral, especialmente entre los jóvenes; desórdenes en el sistema nervioso, inmunitario y reproductor, daños renales y digestivos.
Hace muchos años que los expertos lo advertían, al igual que anunciaban el incremento de las emisiones de este metal. Después de varias negociaciones, al al final, a principios de este año, 140 países llegaron a un acuerdo vinculante para la reducción de sus emisiones que finalmente se suscribe este viernes.
Para conseguirlo, "el Convenio establece un plan de acción para que los países firmantes eliminen las formas más perjudiciales del uso del mercurio, reduzcan las emisiones de este metal procedentes de la industria, promuevan alternativas sin mercurio asequibles y seguras, protejan a los niños y a las mujeres en edad fértil (el mercurio plantea una amenaza especial para el desarrollo del niño en el útero) de la exposición a este elemento químico y tomen medidas para mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores que estén en contacto con el mercurio".
Aunque, de momento, la Convención de Minamata permite que se sigan utilizando aparatos médicos de medición con mercurio hasta 2030 sólo en circunstancias especiales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la coalición internacional Salud sin Daño insisten en que, dadas las tremendas consecuencias que la exposición al mercurio tiene en la salud, debería mantenerse 2020 como fecha límite.
"La OMS trabajará con los gobiernos para garantizar que cumplan sus obligaciones en virtud del convenio, especialmente en las áreas de salud", señala la doctora María Neira, directora de la OMS para Salud Pública y Medio Ambiente. "Esto requiere la eliminación de termómetros y tensiómetros de mercurio", aunque la OMS y sus asociados del sector de la salud se comprometen, además, a intentar eliminar el mercurio de los antisépticos tópicos y de los cosméticos para aclarar la piel. También quieren desarrollar medidas para "eliminar el uso del mercurio en empastes y otros productos dentales" y fomentar el intercambio de información sobre la investigación en salud pública.
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