El Ébola no es invencible. Lo sabe bien Rose, que a sus 18 años ha conseguido ganar la batalla al virus hemorrágico que mantiene en vilo a Guinea. La paciente es la primera enferma que logra abandonar completamente curada uno de los centros de tratamiento que Médicos Sin Fronteras ha instalado en el país.
Su historia es un ejemplo de que, pese a que no hay tratamiento específico para el virus, "las probabilidades de que los pacientes sobrevivan se incrementan si reciben la atención adecuada, incluida una correcta hidratación y tratamiento para las infecciones secundarias", explican desde la ONG.
Tras pasar 10 días en una sala de aislamiento, viendo al personal sanitario parapetado en sus armaduras amarillas y temiendo que la muerte podía estar cerca, Rose ha podido volver a su casa, "muy feliz de haber recobrado la salud".
Antes de abandonar la sala médica del Hospital de Guéckédou, tuvo que darse una ducha de cloro y recibir ropa y zapatos nuevos, dos requisitos básicos para eliminar cualquier rastro del virus. Acto seguido, los equipos de MSF quemaron todo lo que llevaba mientras estuvo ingresada.
Toda la comunidad esperaba ansiosa el regreso de Rose, que llegó acompañada de dos promotoras de salud de MSF que explicaron a sus vecinos y a su familia que ya no es contagiosa y que pueden abrazarla y besarla sin peligro.
"Estamos felices por tenerla de vuelta. Ahora rezamos por otros miembros de la familia que todavía están enfermos", señaló el padre de Rose a la ONG.
Según los datos de la ONG, unos días más tarde de la curación de la joven, también su hermana y su sobrina de 12 años lograron vencer al virus. En total, hasta el momento unos ocho pacientes han logrado salir de las salas de aislamiento después de curarse.
Desde Médicos sin Fronteras explican que, además de la atención sanitaria, también es fundamental la labor de "sensibilización, información y comunicación" que llevan a cabo los promotores de salud. "Para evitar que todos aquellos que han pasado por una situación tan complicada sufran el estigma y el aislamiento por parte de sus familiares y amigos, hay que poner mucho cuidado en explicar de manera comprensible, sencilla y clara que una vez que un paciente se cura, ya no puede infectar a nadie", recuerdan.
El brote de Ébola comenzó a principios de año en Guinea que con 168 casos se enfrenta a una epidemia de esta enfermedad que se caracteriza por fiebre hemorrágica. En este país se han producido 108 muertes, aunque de momento sólo se han confirmado que 71 casos se deben al virus del Ébola, según el último informe divulgado este lunes por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El virus del Ébola también se ha propagado por la vecina Liberia, donde se confirmaron seis casos en 26 pacientes sospechosos de sufrir fiebre hemorrágica por este virus, incluyendo 13 muertes.
A su vez, Sierra Leona, con dos muertes por casos sospechosos de esta infección, y Malí, con seis casos sospechosos (ninguno mortal) -y con resultados negativos en las primeras pruebas realizadas-, son los otros dos países africanos donde se están evaluando pacientes con síntomas similares al Ébola.
Por todas estas incidencias, Gambia ha decidido suspender los vuelos desde Guinea, Liberia y Sierra Leona para evitar la propagación de la enfermedad, según informa AFP.
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