viernes, 21 de febrero de 2014
Los asesinos de las abejas contagian a los polinizadores naturales
El virus DWV y el hongo Nosema ceranae, principales matarifes de las colmenas de medio mundo, se han extendido a los polinizadores naturales como los abejorros, que son aún más importantes que las abejas comerciales para la agricultura y el medio ambiente. Los científicos de la Royal Holloway University de Londres lo han demostrado en experimentos de infección en el laboratorio y en un estudio de campo a gran escala. Las 250 especies de abejorros peligrarán pronto tanto como las colmenas de los apicultores, con consecuencias económicas indeseables.
Los experimentos de infección en el laboratorio demuestran que el virus DWV –deformed wing virus, o virus de las alas deformes, aislado en las colmenas de Japón en los años ochenta— no solo es capaz de transmitirse de las abejas comerciales a los abejorros, sino que hace enfermar a los segundos y acorta su vida. También el segundo gran patógeno de las colmenas, el hongo –o microsporidio, más correctamente— Nosema ceranae es capaz de hacer ese viaje fatal desde el género ‘Apis’ (el de la abeja) hasta el género ‘Bombus’ (el de las 250 especies de abejorros).
La verdadera historia del oxígeno en la Tierra
Los grandes incrementos de complejidad en la evolución de la vida en la Tierra están íntimamente asociados al aumento del nivel de oxígeno en los océanos y la atmósfera. Los últimos datos confirman un ‘gran evento de oxidación’ hace 2.000 millones de años, hacia la mitad de la historia de la vida en el planeta, asociado al origen de las células modernas, o eucariotas: las células de las que estamos hechos todos los organismos mayores que una bacteria. Otro incremento del nivel de oxígeno tuvo lugar hace 600 millones de años, coincidiendo con el origen de los animales. Al oxígeno nos debemos.
Pero el oxígeno también se debe a nosotros, en un sentido biológico más profundo. Hoy se considera demostrado que los primeros seres vivos del planeta fueron bacterias (y arqueas, similares a las bacterias) anaeróbicas, es decir, que viven en ausencia de oxígeno. Y que precisamente fue la actividad de algunas de ellas las que fueron incrementando los niveles de oxígeno en la atmósfera pretérita. Las bacterias fotosintéticas, que obtienen su energía directamente de la luz del Sol y producen oxígeno como un material de desecho, son antiquísimos pobladores de la Tierra, según las evidencias paleontológicas y genéticas.
“El rápido incremento del dióxido de carbono en la atmósfera actual es fuente de gran preocupación”, escriben en Nature Timothy Lyons y sus colegas de la Universidad de California en Riverside, Yale en New Haven y el Instituto Tecnológico de Georgia. “Pero en la atmósfera de hace 2.500 millones de años, el interés se centraba en un gas muy diferente, el oxígeno liberado a la atmósfera por la actividad biológica primitiva”.
La vida surgió y evolucionó en nuestro planeta en ausencia de oxígeno, y fue ella quien creó nuestra atmósfera actual
La Tierra nació hace 4.500 millones de años, junto al resto del Sistema Solar; las evidencias fósiles de las bacterias más antiguas datan de hace 3.500 millones de años; y el primer incremento significativo de oxígeno –el ‘gran evento de oxidación’— solo ocurrió mucho después, hace 2.000 millones de años. En geología, un ‘evento’ puede durar millones de años, y solo es brusco en comparación con las parsimoniosas cadencias habituales en esta disciplina.
Una tradición que debe tanto al pensamiento antropocéntrico como a las películas de astronautas ha consagrado culturalmente al oxígeno como condición esencial de la vida. No lo es. El oxígeno da cuenta del 21% de la atmósfera actual, y ciertamente es esencial para la vida humana; pero sus niveles durante la primera mitad de la historia del planeta no superaron el 0,001% (una cienmilésima) de la concentración actual. Redondeando un poco, la vida surgió y evolucionó en nuestro planeta en ausencia de oxígeno. Y fue ella quien creó nuestra atmósfera actual.
La relación entre el ‘gran evento de oxidación’ y el origen de las células modernas es una propuesta de la fallecida Lynn Margulis y otros investigadores. No en vano fue la propia Margulis quien propuso, en los años sesenta, que las mitocondrias de nuestras células proceden de antiguas bacteria de vida libre.
Estos orgánulos (pequeños órganos) son quienes gestionan el oxígeno en nuestro cerebro y en el resto de nuestro cuerpo. Margulis pensaba que el incremento de oxígeno hace 2.000 millones de años fue precisamente lo que llevó a otras células a ‘engullir’ a aquella primitiva bacteria comedora de oxígeno, dando lugar a la célula moderna. Tal vez tuviera razón.
La soledad prolongada deteriora el cerebro de los roedores
El aislamiento social prolongado en roedores adultos provoca un deterioro en su hipocampo y ciertos problemas de aprendizaje. Lo ha comprobado un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), en colaboración con la Universidad de Murcia.
Los investigadores utilizaron 12 ejemplares hembra degús, "una especie muy social, con características especiales que la diferencian de otros roedores", aclara César Venero, investigador del departamento de Psicobiología de la UNED y autor principal del trabajo. "Su ciclo reproductivo es de 20 días, mientras que ratones y ratas ciclan cada cuatro. Así resulta mucho más fácil controlar las variables que se quieren estudiar". Las ratonas, según explica Venero, "son más sensibles al aislamiento social que los machos porque estos, cuando viven en comunidad, están sometidos a la presión del macho alfa, lo que supone un estrés extra que no padecen las hembras. En el ensayo se dividió a las ratonas en dos grupos: seis permanecieron juntas y las otras seis fueron aisladas. Una vez fallecidas se estudiaron sus cerebros a nivel morfológico y bioquímico.
Los resultados, publicados en la revista Neurobiology of Learning and Memory, demuestran que el aislamiento produjo una reducción del volumen del hipocampo —región del cerebro fundamental para
el aprendizaje y la memoria—, así como una disminución de la moléculaNCAM, que "facilita la formación y la estabilidad de los contactos entreneuronas y, por tanto, modula su actividad", apunta el científico. Las ratonas aisladas manifestaron, además, un déficit de aprendizaje a la hora de asociar un contexto espacial a un lugar potencialmente peligroso y generar respuestas de miedo. Una habilidad que depende de la amígdala, pero precisa de un buen funcionamiento del hipocampo para desarrollarse.
El investigador, que también trabaja en un estudio sobre el deterioro cognitivo de las personas, precisa que extrapolar las conclusiones de este proyecto al ser humano sería "como un salto al vacío", pero sugiere posibles paralelismos con los humanos. "Esta investigación podría indicar que las relaciones sociales de las personas, sobre todo mayores, representan un factor importante para que nuestro cerebro se mantenga sano y que la función cognitiva no se deteriore cuando envejecemos".
Europa anuncia su telescopio cazador de planetas extrasolares
El telescopio espacial Plato, un observatorio especializado en la búsqueda de planetas extrasolares de tipo Tierra en órbita de estrellas cercanas al Sistema Solar, ha sido seleccionado por la Agencia Europea del Espacio (ESA) para formar parte de su programa científico. Será lanzado al espacio en 2024 y se dedicará, durante seis años como mínimo, a observar un millón de estrellas con una batería de 34 telescopios integrados en una única plataforma. “Plato nos permitirá encontrar planetas que estén en órbita de su estrella dentro de la denominada zona de habitabilidad, es decir, en la que puede haber agua en estado líquido y donde puede mantenerse la vida como la conocemos”, ha señalado el líder de la misión Heike Rauer, investigador de la Agencia Espacial Alemana (DLR). “Plato comenzará un capítulo completamente nuevo de la exploración de los planetas extrasolares”.
El Plato podrá medir tamaños, masas y edades de los sistemas planetarios que encuentre y sus observaciones se complementarán con las de los futuros telescopio gigante europeo E-ELT (del Observatorio Europeo Austral, ESO) y James Webb, el gran sustituto del Hubble que está preparando la NASA con la colaboración de la ESA.
Desde el descubrimiento del primer planeta extrasolar en órbita de una estrella distinta del Sol, en 1995, se han encontrado más de mil objetos celestes de este tipo, algunos de ellos formando sistemas planetarios múltiples. Pero solo para un puñado de ellos se ha logrado determinar con precisión la masa, el radio y la edad, señalan los astrónomos de la Universidad de Warwick implicados en el nuevo proyecto europeo. Y hay que recordar, añaden, que solo conociendo masa y tamaño (radio) se puede distinguir entre un Neptuno en miniatura, un planeta de alto contenido gaseoso y baja densidad, de uno rocoso como la Tierra.
Plato (siglas de Planetary Transit and Oscillations of stars) utilizará la técnica denominada de tránsito para buscar planetas. Cuando uno de estos cuerpos se cruza por delante de su estrella en la línea de visión de la Tierra, la luz del astro se ve atenuada levemente y estas variaciones periódicas de su luminosidad desvelan a los ojos de telescopios como el Plato la presencia del planeta. La misma estrategia de búsqueda ha seguido, por ejemplo, el telescopio espacial Kepler de la NASA, que se ha apuntado decenas de planetas extrasolares en su lista de descubrimientos.
“Plato, con su capacidad única de encontrar sistemas análogos al Sol-Tierra, se asentará sobre la experiencia acumulada de otras misiones europeas, como CoRot y Cheops”, recuerda Álvaro Giménez, director científico de la ESA en un comunicado de dicha institución. “Sus descubrimientos ayudarán a situar la arquitectura de nuestro Sistema Solar en el contexto de otros sistemas planetarios”.
El futuro cazador de planetas de la ESA se enviará a Lagrange 2, un punto imaginario en el espacio, a millón y medio de kilómetros de la Tierra, donde se cancelan mutuamente la atracción gravitatoria de nuestro planeta y la del Sol. Allí están funcionando varios telescopios, incluido el último lanzado por la ESA, el Gaia, que está en la fase inicial de pruebas, y allí estará el James Webb.
El Plato tendrá capacidad de astrosismología, es decir, de medir las oscilaciones de las estrellas de manera que los científicos puedan caracterizar los astros en torno a los cuales detecten planetas.
El Plato podrá medir tamaños, masas y edades de los sistemas planetarios que encuentre y sus observaciones se complementarán con las de los futuros telescopio gigante europeo E-ELT (del Observatorio Europeo Austral, ESO) y James Webb, el gran sustituto del Hubble que está preparando la NASA con la colaboración de la ESA.
Desde el descubrimiento del primer planeta extrasolar en órbita de una estrella distinta del Sol, en 1995, se han encontrado más de mil objetos celestes de este tipo, algunos de ellos formando sistemas planetarios múltiples. Pero solo para un puñado de ellos se ha logrado determinar con precisión la masa, el radio y la edad, señalan los astrónomos de la Universidad de Warwick implicados en el nuevo proyecto europeo. Y hay que recordar, añaden, que solo conociendo masa y tamaño (radio) se puede distinguir entre un Neptuno en miniatura, un planeta de alto contenido gaseoso y baja densidad, de uno rocoso como la Tierra.
Plato (siglas de Planetary Transit and Oscillations of stars) utilizará la técnica denominada de tránsito para buscar planetas. Cuando uno de estos cuerpos se cruza por delante de su estrella en la línea de visión de la Tierra, la luz del astro se ve atenuada levemente y estas variaciones periódicas de su luminosidad desvelan a los ojos de telescopios como el Plato la presencia del planeta. La misma estrategia de búsqueda ha seguido, por ejemplo, el telescopio espacial Kepler de la NASA, que se ha apuntado decenas de planetas extrasolares en su lista de descubrimientos.
“Plato, con su capacidad única de encontrar sistemas análogos al Sol-Tierra, se asentará sobre la experiencia acumulada de otras misiones europeas, como CoRot y Cheops”, recuerda Álvaro Giménez, director científico de la ESA en un comunicado de dicha institución. “Sus descubrimientos ayudarán a situar la arquitectura de nuestro Sistema Solar en el contexto de otros sistemas planetarios”.
El futuro cazador de planetas de la ESA se enviará a Lagrange 2, un punto imaginario en el espacio, a millón y medio de kilómetros de la Tierra, donde se cancelan mutuamente la atracción gravitatoria de nuestro planeta y la del Sol. Allí están funcionando varios telescopios, incluido el último lanzado por la ESA, el Gaia, que está en la fase inicial de pruebas, y allí estará el James Webb.
El Plato tendrá capacidad de astrosismología, es decir, de medir las oscilaciones de las estrellas de manera que los científicos puedan caracterizar los astros en torno a los cuales detecten planetas.
Mapa de una explosión estelar
Gracias al telescopio espacial de rayos X de alta energía NuSTAR , unos científicos han logrado hacer lo que califican de primer mapa de material radiactivo en el remanente de una supernova. La nueva cartografía, afirman, da muchas pistas sobre cómo se producen esas colosales explosiones con las que terminan su vida las estrellas de masa superior a ocho veces la del Sol que han consumido todo su combustible nuclear y colapsan. “Las estrellas son bolas esféricas de gas, por lo que uno puede pensar que cuando terminan sus vidas y explotan, esa explosión parecería una bola uniforme en expansión”, señala Fiona Harrison, investigadora principal de este telescopio de la NASA y científica del Instituto de Tecnología de California (Caltech). “Pero nuestro nuevo resultado muestra cómo el corazón de la explosión, el motor, está distorsionado”.
La explosión de la una supernova lanza al espacio gran parte o todo el material del astro acabado a un 10% de la velocidad de la luz, generando ondas de choque en el entorno que dispersan el gas y polvo del remanente. En estos cataclismos estelares se forman en el universo muchos elementos, como el oro, el calcio o el hierro ya que en las condiciones extremas de la explosión se fusionan elementos ligeros que forman los más pesados.
La supernova puede brillar hasta tal punto de que, durante un tiempo, destaca en la galaxia que aloja la estrella destruida. La que ahora han estudiado Harrison y sus colegas es Casiopea A, un resto de explosión estelar a más de 11.000 años luz de distancia de la Tierra y cuya luz llegó hasta aquí hace unos 350 años, cuando debió de aparecer en el cielo como un nuevo astro brillante. Ahora, con el NutSTAR, los investigadores han cartografiado el titanio-44, un elemento radiactivo producido en el corazón mismo de la supernova. El titanio está concentrado en grumos en el centro del remanente de la explosión estelar con una distribución asimétrica, explican los investigadores enNature.
Precisión de récord para la masa del electrón
Un complejo experimento realizado por unos investigadores en Alemania ha dado como resultado una precisión nunca alcanzada hasta ahora en la medición de la masa del electrón, la partícula elemental que rodea el núcleo formando los átomos. El valor de la masa del electrón es uno de los parámetros mejor conocido en la física de partículas. Pero un equipo alemán ha logrado mejorar en un factor 13 la medida de dicha masa respecto al valor aceptado hasta ahora por el Comité de Datos de Ciencia y Tecnología (CODATA), que estaba determinado, desde 2010, con una incertidumbre de tan solo cuatro diezmilmillonésimas, recalcan en su artículo.
Obviamente es una incertidumbre minúscula y da una idea de la asombrosa precisión experimental que se puede alcanzar en ciencia. Sven Sturn, del Instituto Max Planck, y sus colegas han medido un valor para la masa atómica del electrón de 0,000548579909067 de unidad de masa atómica, definida como un doceavo de la masa del átomo de carbono 12, explica la revista Nature donde se da a conocer esta semana el resultado.
Pero la importancia del experimento no se limita a añadir más y más decimales en ese valor de la masa de la partícula en cuestión. “Un nuevo valor de la masa atómica del electrón es un eslabón en una cadena de medidas que permitirá poner a prueba el Modelo Estándar de física de partículas con una precisión superior a una parte por billón”, señala Nature. Dicho Modelo Estándar, que tan popular se ha hecho con la entrada de su más reciente y definitivo integrante, el bosón de Higgs descubierto en el CERN hace un par de años, describe las partículas elementales y las fuerzas de interacción entre ellas. Y entre las constantes fundamentales del Modelo Estándar que le confieren su poder predictivo “destaca la masa del electrón, responsable de la estructura y propiedades de átomos y moléculas”, señalan Sturm y sus colegas. Por ello, recuerdan, determinar su valor con precisión ha sido un empeño continuo de los físicos en las últimas décadas.
Pero, además, Edmund G.Myers, de la Universidad del Estado del Florida, apunta que, partiendo de la base de que tanto los cálculos teóricos como las medidas experimentales sean correctas, “cualquier diferencia entre unos y otras puede apuntar hacia una física más allá del Modelo Estándar”, es decir, hacia fenómenos ignotos e inexplicables con el sólido marco teórico actual, pero que permitirían abarcar niveles más profundos de conocimiento acerca de cómo es y cómo funciona la naturaleza.
El equipo del Instituto de Física Nuclear del Max Planck, en Heidelberg, ya veterano en este tipo de investigaciones, señala Myers, ha obtenido el nuevo valor de alta precisión de la masa atómica del electrón midiendo una de estas partículas elementales enlazada a un ion de referencia (un núcleo de átomo de carbono) de masa atómica conocida y aplicando cálculos teóricos avanzados en el análisis de los datos. Han utilizado lo que se denomina trampa de Penning, que permite almacenar partículas cargadas con una combinación de campos magnético y eléctrico.
La terapia genética logra otro éxito en la lucha contra la leucemia
Hay ciertas frases que un paciente con leucemia teme escuchar, como son "quimioterapia de rescate" o "trasplante". Algunos ni siquiera tienen la opción de estos tratamientos y han fracasado también en ensayos clínicos. La terapia genética parece ser una nueva esperanza para ellos.
Un nuevo estudio, realizado por el Centro del Cáncer Memorial Sloan Kettering (Nueva York), ha conseguido "entrenar al sistema inmune de pacientes con leucemia avanzada para que éste encuentre y acabe con las células cancerosas". "El 88% de los 16 sujetos a estudio, que fueron tratados con sus propias células modificadas genéticamente, consiguieron la remisión completa de su enfermedad", explica la investigación cuyos resultados han sido publicados en Science Translational Medicine.
La muestra estuvo formada por adultos que padecían leucemia linfoideaguda (LLA), un tipo de cáncer de la sangre que se desarrolla en los linfocitos B del individuo, un tipo de glóbulo blanco que ayuda a combatir infecciones y también se denomina leucocito. “Las conclusiones son extraordinarias y demuestran la efectividad de la terapia celular en pacientes que ya habían pasado antes por todos los tratamientos posibles”, ha explicado uno de los autores principales, Michael Sadelain, a AFP.
Sadelain y su equipo son pioneros en la terapia genética desde que en 2003 consiguieron modificar las células T -un tipo de glóbulo blanco- de ratones para rastrear restos de la proteína CD 19, presente en las leucemias y en los linfomas. El año pasado, estos investigadores obtuvieron resultados similares en un estudio con cinco personas; ahora este con 16 es el más extenso elaborado hasta ahora con pacientes con leucemia avanzada.
Se estima que en 2013 se diagnosticaron en EE UU 49.000 nuevos casos de leucemia y, según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la leucemia se encuentra entre los 10 cánceres más comunes entre los varones estadounidenses. Unas 1.400 personas mueren de LLA en EE UU cada año, y aunque es uno de los tipos de cáncer más tratables, a menudo los pacientes se vuelven resistentes a la quimioterapia y recaen, continúa la misma agencia.
Durante el estudio, a todos los pacientes se les modificó genéticamente estos glóbulos blancos porque el cuerpo no reconoce de forma innata como intrusas a las células cancerosas, como ocurre en el caso de otros virus y bacterias, según explican. “Por lo que necesitan”, continúan, “ser entrenadas de una forma especial para encontrar y atacar las células tumorales malignas”. “Es una técnica que solo se aplica una vez porque prolifera por sí sola. Es lo que llamamos fármaco vivo”, ha explicado Sadelain. La edad media de los sujetos fue de 50 años.
La terapia genética se ha convertido en los últimos tiempos en un tratamiento “factible” para luchar contra este tipo de cáncer. Algunas veces llamada inmunoterapia, el tratamiento consiste en filtrar la sangre de los pacientes de forma que se extraigan millones de glóbulos blancos para ser alterados en laboratorio con el fin de que contengan un gen que luche contra el cáncer. Una vez ejecutado, tras varios días, la sangre se repone mediante transfusiones. Este tratamiento tiene efectos secundarios como fiebre, dolor muscular, tensión baja y dificultad para respirar.
Hasta el momento, los pacientes que han recibido este tipo de terapia tenían un riesgo real de morir porque otros tratamientos habían fallado. Uno a los que muchos se han sometido es un tipo de quimioterapia muy agresiva, denominada salvage chemotherapy (quimioterapia de rescate), que solo tiene un efecto positivo en el 30% de los pacientes, explican en el estudio. Además, "si este tipo de quimioterapia tiene éxito, los enfermos consiguen la remisión del tumor maligno pero no la curación", añaden.
El pasado diciembre, seis grupos de científicos en EE UU explicaron que habían probado la terapia genética en 120 pacientes con cáncer de la sangre o de médula espinal, con "resultados sorprendentes". Los expertos aseguraron durante el encuentro anual de la Sociedad Americana de Hematología que este avance tenía el "potencial de convertirse en el primer tratamiento genético en aprobarse en EE UU y en el resto del mundo". En una de las investigaciones, cinco adultos y 19 de los 22 niños que participaron con leucemia linfática tuvieron una remisión completa.
Estos resultados preliminares han sido incluidos en otra investigación con un mayor número de pacientes y "ya estamos buscando nuevas técnicas para mejorar esta nueva terapia para luchar contra el cáncer”, ha agregado Sadelain.
La terapia genética es costosa (de 25.000 dólares a 100.000 dólares por persona), aunque los expertos creen que el precio bajará una vez que las compañías farmacéuticas se involucren más y la técnica se expanda, concluye la agencia. “Estudios más extensos son necesarios para ver si esta terapia se puede extrapolar a otros tipos de cáncer”, concluyen los autores.
Los primeros homínidos que salieron de África eran de dos especies distintas
Los fósiles de hace 1,8 millones de años de Dmanisi, el famoso yacimiento de Georgia donde se han encontrado los restos de los primeros –hasta ahora- homínidos que salieron de África, están rodeados de polémica sobre cómo encajan en el árbol evolutivo humano y los debates entre especialistas no hacen sino avivarse. Un equipo delCentro Nacional de Investigación de Evolución Humana (CENIEH), en Burgos, ha analizados tres mandíbulas de la colección de Dmanisi y concluye ahora que son de, al menos, dos especies diferentes, y no una como defendieron recientemente sus descubridores. “No tendría nada de extraño: si en esa época, hace unos dos millones de años, había en África cinco especies de homínidos, es perfectamente lógico que dos de ellas, y no una sola, se extendiera por oriente próximo hacia Georgia”, señala José María Bermúdez de Castro, paleontológico del CENIEH, experto internacional en el análisis de dientes y líder de esta nueva investigación.
La presentación mundial en la revista Science, el pasado mes de octubre, del cráneo número cinco de Dmanisi, una pieza muy bien conservada y completa, fue acompañada de la interpretación de estos fósiles por parte de los descubridores de estos primeros, hasta ahora, pobladores de Eurasia. David Lordkipanidze y sus colegas concluyeron que las diferencias entre los cinco individuos cuyos restos se han hallado en el yacimiento georgiano hasta ahora no son mayores que la que hay entre cinco personas actuales o entre cinco chimpancés.
Bermúdez de Castro lo niega rotundamente. El estudio que ha realizado con su equipo, y que se publica en la prestigiosa revista PlosONE, concluye que la variabilidad de la población de Dmanisi es muy superior no solo a la humana actual, sino a la de los gorilas, “cuyo dimorfismo sexual, con machos el doble de grandes que las hembras, es el mayor entre los simios antropoideos”. La mandíbula del cráneo número cinco (denominada D600), de gran tamaño y morfología extraña, es claramente diferente de las otros dos que han estudiado. Todas ellas tienen características primitivas. Los expertos de Burgos han hecho un estudio de morfología comparada de tres de tres mandíbulas; la cuarta carece de dientes, lo que dificulta su estudio.
Ese cráneo tiene algunos rasgos compartidos con los neandertales, señala Bermúdez de Castro, investigador del CSIC y codirector de las excavaciones de Atapuerca. Pero se trata de convergencia evolutiva, advierte, no es que haya una relación de parentesco entre ambas especies, separadas por más de un millón y medio de años. En este caso, como en muchos otros en la evolución, la similitud de características entre algunos organismos responde a que la selección natural desembocó en la misma solución en unos y otros, como aves y murciélagos, por ejemplo, que tienen alas como adaptación al vuelo sin que haya un parentesco entre ellos.
Los investigadores del CENIEH, tras sus análisis de morfología comparada proponen asignar el individuo del cráneo número cinco con su mandíbula correspondiente a H.georgicus, la especie que inicialmente se propuso para esos fósiles georgianos, mientras las mandíbulas pequeñas recuerdan a las de Homo habilis, una especie africana de aproximadamente la misma antigüedad.
Bermúdez de Castro explica que conoce las mandíbulas de Dmanisi desde hace tiempo y que la interpretación de una única especie no le convenció. Su trabajo ahora es una respuesta científica al debate y espera que haya más con más estudios profundos de los fósiles.
Otro problema del yacimiento, explica el especialista español, es que la geología allí es confusa. “La datación es correcta, pero no está claro cuántos niveles tiene Dmanisi y hay que tener en cuenta que una sucesión de riadas, rellenos por cenizas volcánicas, erosión, más riadas… puede abarcar muchos acontecimientos en un plazo de tiempo de solo 100.000 años”. Así, sería perfectamente factible que se acumulasen en el lugar huesos de dos o más especies, comenta. Esa zona de Georgia, rica en flora, fauna y alimento para los antiguos humanos, añade Bermúdez de Castro, está a solo unos 1.500 kilómetros al norte del Valle del Rift africano –región rica en fósiles de homínidos- por el llamado corredor levantino. Nada impide que más de una especie tomara ese camino migratorio.
La respuesta definitiva sobre si se trata de una o dos especies cabría esperarla de la mano de los análisis genéticos, pero 1,8 millones de años está, por ahora, fuera del alcance de la ciencia del ADN antiguo.
El ADN manda: o alzhéimer o cáncer
El cáncer protege del alzhéimer (en general, de enfermedades del cerebro y del sistema nervioso central), y viceversa. Esta curiosa paradoja, que durante años ha desconcertado a oncólogos, psiquiatras y neurólogos, ya tiene una explicación; y está en los genes. Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas(CNIO) dirigidos por Alfonso Valencia se han sumergido con herramientas informáticas en el ADN de 1.700 pacientes y han identificado un centenar de genes responsables de esta asociación, lo que representa la evidencia molecular más contundente de la relación excluyente entre tumores y enfermedades neurodegenerativas y su efecto protector cruzado.
Distintos estudios ya habían observado una menor incidencia de casos de cáncer entre enfermos de alzhéimer, párkinson o esquizofrenia. En los pacientes con alzhéimer, por ejemplo, el riesgo de un tumor es un 42% inferior. Entre personas con esquizofrenia, la relación a era aún más llamativa, como destaca Rafael Tabarés, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Valencia y cofirmante del estudio. “Algunas de estas personas son grandes fumadores y, comparativamente, padecen menos tumores de pulmón de lo que sería esperable por este hábito”, lo que desconcertaba aún más a los investigadores.
Anteriormene se habían planteado distintas hipótesis para describir la vinculación inversa entre estas enfermedades aparentemente tan dispares, pero no había ningún estudio que mediante pruebas analíticas hubiera llegado a construir un relato suficientemente sólido. Hasta el trabajo publicado este jueves por la revista PLOS Genetics.
Para llegar a ello, los investigadores del CNIO cruzaron mediante herramientas bioinformáticas los datos de expresión genética de casi 1.700 personas procedentes de 30 estudios sobre enfermedades del sistema nervioso central (SNC): alzhéimer, párkinson y esquizofrenia, y los de trabajos sobre tres tipos de cáncer (colon, pulmón y próstata). Como resultado de esta operación encontraron un centenar de genes que intervenían en los dos tipos de enfermedades, aunque de forma distinta.
Los investigadores han buceado en los datos de 1.700 pacientes
Había 74 genes cuyo comportamiento se encontraba reprimido en personas con enfermedades del SNC pero sobreexpresado (trabajando en exceso) en las personas con alguno de los tres tumores analizados. En otros 19 genes se daba el caso contrario: presentaban una mayor actividad en enfermedades como el alzhéimer y una expresión reducida en afectados por cáncer.
“Hasta el 90% de los procesos biológicos que aparecen aumentados (acelerados por una mayor expresión de los genes) en el caso del cáncer están reprimidos en las enfermedades del sistema nervioso analizadas”, destacan los investigadores del CNIO Cesar Boullosa y Kristina Ibáñez. Esto sugiere que los mismos mecanismos celulares que disparan el cáncer podrían estar protegiendo de sufrir alzhéimer, y al contrario.
Entre la lista de genes identificados se encuentra el PIN1, relacionado con el proceso de plegamiento de las proteínas y que, a pequeña escala, reproduce el hallazgo de los investigadores del CNIO. Si se encuentra sobreactivado acelera el metabolismo celular, lo que se vincula con el desarrollo de tumores. Pero, simultáneamente, protegería del alzhéimer ya que impide el funcionamiento normal de la proteína TAU, y esta tiene un papel clave en la neurodegeneración y, en concreto, su acumulación se asocia a esta patología que daña a las neuronas.
Sin embargo, el mecanismo descrito por los investigadores no es siempre tan lineal, y tiene mucho más que ver con procesos biológicos más complejos y de acción de los genes.
El trabajo pone sobre la mesa otra cuestión cada vez más presente entre los investigadores: plantea una raíz común entre unas patologías en teoría tan distintas como los procesos neoplásicos y los neurodegenerativos.
Hay medicamentos que tienen efecto en ambos tipos de enfermedades
Esta cuestión ya la han abordado otros investigadores que hablan de las enfermedades neurodegenerativas y el cáncer como dos caras de una misma moneda: la alteración de mecanismos celulares básicos a lo largo del envejecimiento. Es decir, sostienen que la senescencia es en sí misma una enfermedad, más allá de que sus manifestaciones puedan ser enfermedades oncológicas o neurodegenerativas, como sostiene Massimo Musico, un investigador italiano que advirtió —a partir de la observación de 200.000 casos— que el alzhéimer protege del cáncer.
Esta relación se basa en los controles que fallen en la regulación de la proliferación y la muerte celular. Así, puede haber un desequilibrio en un sentido —desarrollo incontrolado de los tejidos en el caso del cáncer— o en el otro —problemas con la muerte celular programada y la reparación de lesiones, en el caso de enfermedades neurodegenerativas—.
La expresión de estos desajustes se manifiesta con el comportamiento genético descrito. Pero su origen es más complicado de determinar. En el caso de la esquizofrenia, por ejemplo, se desconoce si la protección frente al cáncer se debe al propio mecanismo que desencadena la enfermedad o si es la medicación —de carácter crónico, se consume durante años— que se administra para combatirla la que tiene esta función antitumoral, como advierte Alfonso Valencia. “En todo caso, el mecanismo final sería el descrito, ya fuera porque la propia enfermedad reprimiera la expresión de un gen o si fuera debido al consumo de un fármaco”.
De hecho, como apunta Rafael Tabarés, se ha observado que algunos fármacos, como, por ejemplo, antipsicóticos de la familia de las fenotiazinas —usados para tratar la esquizofrenia—, tienen efectos anticancerígenos. De ahí que los investigadores planteen que la asociación genética descrita en el trabajo entre tumores y enfermedades del sistema nervioso podría ser aprovechada en beneficio de ambos tipos de pacientes. “Podría abrir la puerta a la utilización de fármacos antineoplásicos para tratar algunas dolencias del sistema nervioso y a la inversa” plantean los investigadores del CNIO.
La heroica piragüista amputada
Es probable que nadie a quien amputan una pierna con 28 años se imagine preparando unos Juegos Olímpicos algunos años después. Pero Silvia Elvira no parece amedrentarse por los obstáculos que la vida le va poniendo en el camino. Diagnosticada de un cáncer en la pierna izquierda a los 18, amputada a los 28 y ahora, a sus 39, a punto de convertirse en la primera española en participar en una nueva modalidad de piragüismo adaptado en los Juegos Paralímpicos de Brasil.
La vida de Silvia era probablemente la de una chica corriente hasta que le diagnosticaron un tumor en el hueso, un osteosarcoma -habitual en jóvenes-. Ese diagnóstico dio comienzo a una segunda vida marcada por las sucesivas recaídas de un cáncer que tiende a reaparecer a menudo; una vida de hospitales que se convirtieron en la biblioteca donde Silvia preparó su carrera de Fisioterapia. El problema, como ella misma explica, es que cada recaída y cirugía posterior (para ir limpiando el hueso de enfermedad) iba mermando su calidad de vida. "Sólo caminaba con muletas y tenía mucho dolor".
Por eso cuando los médicos le anunciaron que era necesario amputarle la pierna por encima de la rodilla, Silvia lo vivió casi como "una liberación. Como si llevase años preparándome mentalmente para aquello". En esos 10 años contra el cáncer, Silvia había ido abandonando no sólo su trabajo sino también su pasión por el senderismo o las carreras de orientación. "Una chica que conocí en el hospital con el mismo tipo de cáncer que yo, Raquel, me dijo que ella practicaba kayak de mar, que debería probarlo. Estás sentada sin la prótesis y vas viendo paisajes, me decía".
Cuando se animó a probar y llamó a Raquel para hacerlo juntas descubrió que había fallecido, así que casi como un tributo a su amiga, Silvia comenzó a navegar. Picada por el gusanillo de la canoa, no tardó en participar en su primera competición, un campeonato mundial celebrado en Hungría y del que volvió con la medalla de plata colgada al cuello. "Ahí fue cuando me planteé, ¿qué hago?, ¿sigo?".
Y siguió. Siguió compitiendo y ampliando sus horizontes hasta poner el ojo en los próximos Juegos Paralímpicos de Brasil 2016, donde su disciplina, el paracanoe, será disciplina olímpica por primera vez. Y ella, si todo sigue el plan previsto, será la primera mujer española en participar en esta categoría. Su aventura, quiere subrayar, es posible gracias a la financiación privada que obtiene de su patrocinador, el fabricante de genéricos Accord, que colabora también con el videoblog en el que va narrando su aventura.
Ni el cáncer ni haber perdido una pierna le han impedido tampoco cumplir un sueño que tiene desde pequeña: ser madre. "Incluso cuando me compré mi primer coche de soltera lo elegí con cinco puertas porque sabía que quería tener hijos", cuenta. Sus gemelos de seis años -Oriol y Guillem- han crecido conviviendo con naturalidad con su discapacidad y ahora presumen incluso de su "mamá especial con una pierna robot"; una súper mamá que dejó atrás un cáncer para ponerse a navegar.
Una alopecia rara con posible tratamiento
Este es el aspecto de un tipo de alopecia rara a la que los dermatólogos le ponen dos apellidos: frontal fibrosante. Afecta especialmente a las mujeres, sobre todo a partir de los 45 años. En muchos de los casos, no sólo es responsable de la caída del pelo desde la frente hacia atrás, también implica alopecia de las cejas e incluso de las axilas. Hasta la fecha, se creía que no existía tratamiento, pero ahora, un equipo de dermatólogos españoles acaba de publicar un artículo, publicado en la revista Journal of the American Academy of Dermatology, en el que sugieren una vía terapéutica útil para intentar frenar este proceso.
Siempre se ha dicho, asegura el autor principal del estudio, Sergio Vañó, dermatólogo y coordinador de la Unidad de Tricología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, que detrás de este trastorno hay un mecanismo inmonológico y de ahí que "ningún fármaco pudiera ser realmente efectivo". Estos pacientes experimentan cambios cicatriciales en la superficie alopécica y una vez se desarrollan las cicatrices, poco se puede hacer ya.
Sin embargo, después revisar la literatura científica y de analizar los casos de 355 pacientes, "la serie más grande del mundo" en este campo, Vañó y su equipo han observado que este tipo de alopecia "también tiene un origen hormonal, lo que significa que sí puede haber un tratamiento capaz de estabilizar la caída de cabello, como los antiandrógenos y los inhibidores hormonales".
Una buena noticia para aquellas mujeres y algunos hombres (el 5% de los afectados) que dan por perdida la posibilidad de detener una alopecia muy característica. Según la revisión, lo que ocurre en el 100% de los casos es una recesión progresiva de la línea de implantación frontotemporal y parietal. "Se inicia habitualmente de forma simétrica y bilateral, dando lugar a una banda de alopecia de entre 0,5 y 8 centímetros desde la línea de implantación primitiva". El curso de la alopecia es lento, "con cese espontáneo de la progresión después de varios años desde su inicio", argumenta el dermatólogo. No obstante, en algunos pacientes puede llegarse a la pérdida total de cabello del área frontoparietal, con un patrón de alopecia que se denomina 'de payaso'.
Más del 60% de los afectados describían además cambios cicatriciales en la superficie alopécica (cambio en la coloración de esta parte de la piel), presencia de pápulas perifoliculares (inflamación y rojeces) y alopecia en las cejas.
Algunos también señalan prurito (picores en el cuero cabelludo, 8%) y alopecia en las axilas (el 14,10%), que puede acompañarse de un descenso de la densidad de vello en otras localizaciones (pubis, extremidades, etc.).
Perfil del paciente
La literatura científica revisada deja claro que esta patología afecta en el 95% de los casos a mujeres y aparece sobre todo (94,87%) después del climaterio. Sólo en 5,13% ocurría antes de la menopausia. Aunque es difícil estipular una edad de inicio concreta (la lenta progresión de la enfermedad y la levedad de los síntomas al principio), "hemos visto que comienza entre los 45 y los 82 años, con una edad media de 63,15 años".
El 20% de los afectados sufrían de forma asociada otro tipo de calvicie: la alopecia androgénica femenina.
En cuanto al tratamiento, "no existen ensayos clínicos aletorizados ni estudios experimentales que permitan extraer conclusiones definitivas sobre las opciones terapéuticas más adecuadas", expone el doctor Vañó. Se ha visto que ni los corticoides tópicos ni el minoxidil han demostrado claros beneficios. Finasterida, un fármaco antiandrogénico, no ha sido evaluado, ya que se entendía que este tipo de calvicie tenía un mecanismo inmunológico y no hormonal. Dadas las nuevas conclusiones de este estudio español, si entre los desencadenantes también se esconde un proceso hormonal, entonces "los tratamientos androgénicos sí podrían ser eficaces a la hora de detener la caída del cabello [...] Nuestro trabajo abre una esperanza al tratamiento de esta forma de alopecia y servirá de punto de partida para futuras investigaciones".
Termitas robóticas autómatas capaces de construir edificios
La idea es vieja, casi tanto como la propia Literatura. Pero tan compleja de llevar a la práctica que ha estado milenios durmiente sin que su atractivo pudiese vencer las limitaciones de la tecnología. Quizá los replicantes del Blade Runner de Ridley Scott sean los autómatas usados por el ser humano para trabajar que mayor fama han alcanzado. Pero las referencias a este sueño son tan viejas como la imaginación. Ya la vieja leyenda griega de Los Argonautasdescribe como los marineros crean un perro autómata para que cuidase de su navío en su ausencia. Un esqueleto de plata capaz de tomar sus propias decisiones sirve las copas y recoge los platos sobre la mesa de uno de los festines del Satiricón de Petronio, escrito en el Imperio Romano durante los primeros años después de Cristo. Y las referencias serían interminables desde el Romanticismo alemán encarnado por la mágica literatura de E. T. A. Hoffmann (El hombre de arena) hasta la taquillera película de James Cameron Terminator.
Pero donde no hay tantas referencias es en la ciencia sin ficción. La resolución de problemas de forma autómata supone uno de losgrandes retos para la robótica actual. El simple hecho de tomar consciencia de un espacio (como una habitación) es algo que los seres humanos videntes hacemos sin darnos cuenta, pero no es cuestión baladí para un robot. Y lo mismo sucede con el desarrollo de tareas, como las de construcción. Pero esto está empezando a cambiar también en los laboratorios de robótica y de ingeniería. El último éxito acaba de realizarse en la Universidad de Harvard, donde un equipo científico ha creado pequeños robots inspirados en las termitas y su forma de trabajar capaces de construir estructuras complejas de forma autónoma, sin seguir planos ni complicadas directrices indicadas por un cerebro central que dirija la operación.
Según describen los autores en un trabajo publicado en la revistaScience, el usuario sólo tiene que especificar la estructura que desea y el sistema de termitas robóticas se pone manos a la obra elaborando de forma autónoma sencillas normas que les permitan llevar a cabo la construcción. Los robots sólo usan siete sensores infrarojos para detectar los patrones blancos y negros que tienen los ladrillos y poder operar con ellos. Después están dotados de un sistema que les permite escalar por la propia estructura que ellos mismos van creando y de cinco sensores ultrasónicos para evaluar su propia posición y mantener la distancia en el perímetro del 'edificio'.
A diferencia de las termitas, los seres humanos necesitan complicados planos para llevar a cabo estructuras complejas. Sin embargo, estos animales construyen nidos de varios metros de altura -de cientos de veces el tamaño de estos insectos- sin un plan detallado ni un capataz dando órdenes a las termitas obreras. Sólo construyen interpretando dónde están sus congéneres y cómo es el entorno para interpretar dónde poner el montón de tierra que transporta cada una. De alguna forma, estas termitas robóticas actúan de la misma forma.
"Las termitas fueron las que inspiraron toda esta investigación", asegura Justin Werfel, investigador del Instituto Wyss de Ingeniería Inspirada en la Biología de la Universidad de Harvard y autor principal. " Aprendimos cosas increíbles de cómo construyen estos diminutos insectos y dijimos: es fantástico. Ahora, ¿cómo podemos programar robots que trabajen de una forma similar pero que construyan lo que el ser humano quiera?", cuenta.
Werfel y los otros dos autores del estudio diseñaron los algoritmos necesarios para que tres termitas robóticas fuesen capaces de construir de una forma parecida a la que desarrollan las termitas: sin un plan preconcebido y cada una de forma autónoma e individual.
"Para ello, creamos dos tipos de reglas: unas de tráfico para que no se estorben unas con otras y otras de construcción que son las mismas para cualquier estructura que queramos", explica el autor principal. Las normas de construcción son, en cualquier caso, sencillas, como cuándo colocar un ladrillo en función de si en un lugar hay un hueco u otro ladrillo o cuándo deben escalar por la estructura y cuando colocar el ladrillo en el primer nivel.
El sistema funcionó y, como se ve en el vídeo que acompaña esta pieza, estos peculiares obreros fueron capaces de elaborar las estructuras deseadas llevando a cabo un trabajo complejo coordinado gracias a una labor individual basada en reglas simples. Los autores ya visualizan en el artículo futuras aplicaciones de estas hordas de termitas robóticas en la recuperación de áreas catastróficaspeligrosas para el hombre o en la construcción de bases lunares o, por qué no, en otros planetas.
Así se 'cocina' la droga de 'Breaking Bad' en EEUU
Enfundada en lo que llaman el traje lunar, a diez grados bajo cero y con cuatro enormes chimeneas de una térmica al fondo, Jennifer Rhyne no parece una licenciada universitaria cuyo sueño en la vida era ser bailarina. Más bien parece sacada de una película de terror sobre algún accidente nuclear. O, con el medio metro de nieve y el bosque a sus espaldas, de un documental sobre Chernóbil. Sólo las casas móviles y las caravanas, todas cerradas a cal y canto, pero con sus furgonetas pick ups a la puerta, recuerdan que se está en EEUU. Concretamente, en un trailer park, o sea, un poblado de casas móviles, lo más parecido a un barrio de chabolas en ese país, en el pueblo de Scott Depot (Virginia Occidental).
Rhyne está haciendo una limpieza de una casa que ha sido usada como laboratorio para producir metanfetamina por medio del método menea y cuece. La inquilina era una madre soltera con dos hijos pequeños cuyo alquiler era pagado por el padre de ella. Para preparar la droga, la chica solo necesitaba una botella de plástico (frecuentemente de Gatorade), una batería de litio, sal, algunos productos de cocina, y pseudoefedrina: un compuesto que se encuentra en la mayoría de las medicinas contra la gripe y las alergias que se venden sin receta en EEUU. Como dice Rhyne, «es un laboratorio de drogas metido en una botella». La metanfetamina es, junto con los opiáceos que se emplean como calmantes, parte de la nueva hornada de drogas en EEUU: productos fáciles de hacer en casa, cuya materia prima es producida por una de las industrias con más influencia económica y política del mundo: la farmacéutica.
La empresa de Rhyne se llama Affordable Cleanup (Limpieza Económica). Suena a lavandería, de ésas que salen en las películas. Pero no podía estar más lejos de eso. Producir metanfetamina por elmenea y cuece (shake and bake) produce cantidades fantásticas de amoniaco y de sustancias tóxicas que afectan sobre todo a los pulmones. A Affordable Cleanup limpiar una vivienda les lleva de tres a seis días. El récord fue 17 días. El precio, unos 7.500 dólares (5.500 euros). Cuando Rhyne creó la sociedad, hace un año, había seis empresas de limpieza de casas afectadas por metanfetamina en el Estado. Hoy son 17.
Laboratorios de alto impacto tóxico
La toxicidad de esos laboratorios desafía la imaginación. A 12 kilómetros de Scott Depot, en medio de un paisaje de bosques sin hojas y fábricas cerradas, todas y cada una de las 42 habitaciones del hotel Affordable Inn han sido clausuradas y declaradas inhabitables después de que se descubriera en una de ellas un laboratorio de metanfetamina, o meth, como se llama en EEUU.
Lisa Bragg, profesora de la Universidad de Virginia Occidental, tuvo la mala suerte de que en uno de los seis apartamentos de su edificio fuera alquilado a tres jóvenes que hacían meth. El apartamento fue cerrado por la Policía en octubre de 2012, pero Bragg no pudo regresar a su domicilio hasta diciembre, y solo para recoger sus pertenencias, dado que toda la construcción ha sido declarada inhabitable.
«Durante los dos meses que había estado vacío, los ladrones entraron en el apartamento tres veces. Todo lo que recuperé fueron algunas de mis cosas, en 22 bolsas de basura negra», recuerda con la voz quebrada mientras toma un café en la librería Taylor, en la ciudad de Charleston, a 30 kilómetros de Scott Depot. Bragg vivía con su hija, que estaba embarazada. Ahora, su nieto tiene asma, probablemente contraída cuando estaba en el vientre de su madre, que vivía con Bragg y estaba expuesta a la fabricación de la droga.
«Ahora la metanfetamina se está empezando a encontrar con un tremendo competidor: los opiáceos», declara Dan Foster, médico y ex miembro del Congreso de Virginia Occidental durante 10 años. En la última década, el porcentaje de estadounidenses que han dado positivo en test de drogas en su puesto de trabajo ha caído en un 50% en el caso de la marihuana y de la cocaína, pero ha subido en un 100% en el de la metanfetamina, y un 500% en el de los opiáceos.
Solo tres compuestos pertenecientes a este último grupo -hidromorfoma, oxicodona e hidrocodona- han dado más positivos que la marihuana y la cocaína juntas, según un estudio de la empresa especializada en análisis médicos Quest Diagnostics. Los datos del Departamento de Salud de EEUU revelan que los opiáceos causaron casi 17.000 muertes en el país en 2011. Las benzodiacepinas -como el Valium o los equivalentes estadounidenses del Lexatin y del Rivotril españoles-, costaron la vida a otras 10.000 personas: más que la cocaína y la heroína juntas.
Así pues, las drogas que más matan en EEUU son las que no salen en los telediarios y, encima, se pueden comprar en las farmacias. Sus productores son multinacionales estadounidenses, francesas, suizas, alemanas, británicas y suecas. Eso hace que sea muy difícil luchar contra esos productos. Como explica Foster, «el problema con los opiáceos empezó a mediados de los noventa. Una serie de estudios y de comités de expertos declararon que los médicos no estábamos dando la importancia necesaria al dolor de los pacientes, justo en el momento en el que una serie de opiáceos nuevos estaban saliendo al mercado».
El 'imperio' de los narcos mexicanos
Solo dos estados -Oregón y Mississippi- han hecho que los fármacos contra la gripe o las alergias que tienen pseudoefedrina se vendan con receta. El resultado fue un desplome en el descubrimiento de laboratorios por la policía. En 2011, Foster trató de imitarlos en Virginia Occidental. La Asociación de Consumidores de Productos Farmacéuticos -un grupo formado por las empresas del sector- replicó con una campaña bajo el eslogan Stop Meth, Not Meds (un juego de palabras con la idea «parad la metanfetamina, no a los médicamentos»), en la que decía que los enfermos de gripe o alergias no iban a poder comprar sus medicinas. «Hablan con la gente que tiene poder e influencia sobre los políticos, lían las cosas, y dan dinero a las campañas», lamenta Foster. La medida no fue aprobada, y en 2013, la policía de Virginia Occidental descubrió 503 laboratorios de metanfetamina: un 71% más que el año anterior. En el conjunto de EEUU, el número de laboratorios desarticulados en 2010 fue de 2.754; en 2011, de 11.116.
«Son laboratorios muy diferentes de los de Breaking Bad. No son operaciones comerciales. No hay ninguna protección», explica Rhyne. Pero, en el Oeste de EEUU -donde se desarrolla la serie de televisión- sí hay grandes laboratorios al estilo del de Walter White. En esa región, además, gran parte del mercado de la metanfetamina está controlado por los narcos mexicanos, que la importan desde su país.
Pero México ha prohibido la pseudoefedrina. Y, sin embargo, es el gran exportador de meth, ¿para qué controlar la venta en Virginia Occidental? «Desde luego, no para acabar con el problema de la adicción, porque la gente pasaría a consumir otras sustancias. Pero al menos se evitarían los horrendos problemas sociales y familiares que crea la metanfetamina», concluye Foster. Son unos problemas simbolizados por los inhaladores para el asma que Affordable Cleanup suele encontrar en las habitaciones de los niños de las casas que desinfecta.
'Cocineros' y 'pitufos'
En Virginia Occidental la venta de pseudoefedrina está monitorizada. Hay un registro electrónico que recoge todas las ventas y todos los compradores. Pero los drogadictos lo sortean sin problema usandopitufos, o sea, personas a las que les pagan para que compren medicinas con esa sustancia. El cocinero -es decir, quien hace la droga- le da al pitufo 50 dólares (36 euros) para que compre una caja de, por ejemplo, Sudafed 12 Horas que cuesta 10 dólares (7,3 euros). El pitufo se queda 40 dólares restantes de comisión, frecuentemente con algo de meth de regalo del cocinero. En total, con cuatro cajas (200 dólares de gasto, y solo 40 en medicinas) una persona puede prepararse droga «para una semana o dos de consumo», explica en conversación telefónica Mike Geoff, director del Comité de Control de Sustancias de la Dirección de Farmacia de Virginia Occidental.
Otras drogas, sin embargo, son más caras. En el estado de Maryland, junto a Washington, una dosis de OxyContin, uno de los opiáceos más consumidos, cuesta 80 dólares (58 euros). Además, solo se vende con receta, aunque eso no es un problema, puesto que siempre hay médicos dispuestos a hacer una por una comisión. Pero el precio de los opiáceos está provocando la reentrada de una droga más barata y con composición y efectos similares: la heroína. SegúnThe Washington Post, una dosis de heroína cuesta apenas 10 dólares en Maryland.
Entre los blancos de Apalachia -donde está Virginia Occidental- y los indios de las reservas del Oeste, la metanfetamina ha sido considerada una epidemia por las autoridades. Pero, como se trata de un mercado de la droga autosostenible y descentralizado, que gira más en torno al consumo propio y al trapicheo en pequeñas dosis, yafecta a grupos marginales -nativos y blancos pobres de zonas rurales- no se le presta atención. Nadie quiere enterarse. Ni siquiera la vecina de la casa que Affordable Cleanup está desinfectando. «Mi marido y yo pensábamos que pasaba algo raro, porque no paraba de entrar y salir gente, y dejaban la puerta abierta con este frío», comenta, mientras saca a su perro a pasear a 15 grados bajo cero. «Pero no, no llamamos a la Policía. Y, por favor, si no le importa, prefiero no decirle mi nombre».
No es una estrella, es el satélite Gaia en el espacio profundo
Camuflado entre un sinfín de estrellas, el diminuto punto blanco marcado en rojo en estas dos imágenes es el satélite Gaia de laAgencia Espacial Europea, visto desde el Telescopio VLT delObservatorio Europeo Austral en Chile.
Gaia se lanzó el 19 de diciembre de 2013 desde el Puerto Espacial de la ESA en la Guayana Francesa, y actualmente se encuentra a 1.5 millones de kilómetros de nuestro planeta, en órbita a un punto virtual del espacio conocido como L2. Desde este puesto de observación privilegiado, Gaia escaneará de forma continua el firmamento durante cinco años para cartografiar mil millones de estrellas en la Vía Láctea.
Según informa la ESA en un comunicado, las observaciones de Gaia permitirán elaborar un mapa de la posición y el desplazamiento tridimensional de las estrellas con una precisión sin precedentes, lo que nos ayudará a comprender mejor el origen y la evolución de nuestra Galaxia.
Pero para ello, Gaia necesita determinar la ubicación de las estrellas con un grado de precisión extraordinario - el equivalente al que sería necesario para detectar desde la Tierra una moneda de Euro posada sobre la superficie de la Luna. Sin embargo, para que esto funcione también hace falta conocer con precisión la posición del satélite en el Sistema Solar.
Afortunadamente es posible - aunque no fácil - observar a Gaia con un telescopio desde la superficie de la Tierra, ya que su gran parasol y las estructuras como los paneles solares o la antena reflejan luz difusa. A esta gran distancia, el brillo de Gaia es un millón de veces más débil que el límite observable por el ojo humano.
Una red de pequeños y medianos telescopios está monitorizando a Gaia a diario para determinar su posición en el firmamento. Estos datos se envían al Centro de Operaciones Espaciales de la ESA para reconstruir la órbita del satélite, lo que permite determinar su posición con una precisión de 150 metros, y su desplazamiento con un margen de 2.5 mm/s.
Estas dos imágenes, tomadas en un intervalo de 6,5 minutos el pasado día 23 de enero, son el resultado de una estrecha colaboración entre la ESA y el Observatorio Austral Europeo para observar a Gaia.
El asteroide que 'rozó' la Tierra a 43.000 kilómetros por hora
Un asteroide de un tamaño estimado similar al de tres campos de fútbol 'rozó' la Tierra la madrugada de este martes 18 de febrero -a las tres de la mañana hora peninsular (2.00 GMT).
El paso de este cuerpo celeste ocurrió con casi un año de diferencia con el que cayó en Rusia (Cheliábinsk) el 15 de febrero de 2013, hiriendo a más de 1.200 personas.
No obstante, el asteroide 2000 EM26, como ha sido bautizado, pasó una distancia cercana en términos astronómicos, pero la menor separación que tuvo con el planeta Tierra fue de 8,8 veces la distancia que nos separa de la Luna. Aún así, los expertos lo incluyen dentro de la categoría de asteroides potencialmente peligrosos.
A pesar de la velocidad de 43.000 kilómetros hora a la que atravesó el cielo sobre las tres de la madrugada del martes (hora peninsular), las cámaras de Slooh grabaron su paso desde el momento en el que comenzó a acercarse a la Tierra, alrededor de las nueve de la noche.
El Grupo de Astronomía Dubai proporcionó fotos de Slooh de la parte del cielo donde se esperaba que el asteroide fuera visto, pero su movimiento no pudo ser recogido de inmediato en una transmisión en vivo debido a la presencia de las estrellas nocturnas.
Uno de los telescopios más representativos situado en el Teide, en las Islas Canarias, al que tiene acceso gracias a un acuerdo de colaboración con el Instituto Astrofísico de Canarias, según Slooh, no pudo captar el paso del asteroide porque "estaba cubierto de hielo y no podía ser utilizado", dijo Paul Cox director técnico y de investigación de Slooh.
La pasada madrugada muchos aficionados recurrieron a la red social twitter con el hashtag #asteroid para preguntar sobre el asteroide de 270 metros que pasó muy cerca de la Tierra al astrónomo Bob Berman.
"Seguimos descubriendo este tipo de asteroides potencialmente peligrosos, algunas veces apenas unos días antes de que llegue al punto más cercano a la Tierra", asegura Paul Cox. "Necesitamos encontrarlos antes de que ellos nos encuentren a nosotros", dijo Cox en un comunicado.
En busca de agua en la Luna y oxígeno en Marte
El astrónomo Rafael Bachiller nos descubre en esta serie los fenómenos más espectaculares del Cosmos. Temas de palpitante investigación, aventuras astronómicas y novedades científicas sobre el Universo analizadas en profundidad.
La NASA, junto con la CSA (Agencia Espacial de Canadá), está planeando enviar un robot todoterreno a la Luna en 2018. Su objetivo es analizar el regolito (que constituye el suelo lunar) y realizar pruebas de extracción de agua y de otras substancias volátiles, como el hidrógeno y el oxígeno. Otro vehículo será enviado a Marte en 2020 para extraer oxígeno de la atmósfera. El fin último de estos experimentos es desarrollar y validar las técnicas de explotación de recursos in situ en dos cuerpos del Sistema Solar. Obtener localmente agua y oxígeno (para ayudar a la supervivencia de los astronautas) e incluso combustible para el viaje de regreso, abarataría costes y permitiría realizar viajes espaciales de mayor recorrido.
Después de más de medio siglo de exploración espacial, el hombre parece continuar muy ligado a su planeta. Hasta ahora, tan solo 12 hombres han tenido el privilegio de pisar la Luna (todos ellos entre 1969 y 1972) y, por ahora, los viajes espaciales parecen limitados a la estancia en la Estación Espacial Internacional.
"Poner un kilo en el espacio cuesta más de un millón de euros", según Luisa Lara, astrofísica del Instituto de Astrofísica de Andalucía . Resulta por tanto indispensable reducir al máximo la carga, evitando el lanzamiento de grandes masas de agua o de combustible, para favorecer la inclusión de dispositivos inteligentes (experimentos, detectores, ordenadores, etc). Además, a menos que se encuentren otros medios de propulsión, resulta extremadamente difícil transportar en la nave espacial todo el combustible que es preciso para un viaje interplanetario de ida y vuelta. Naturalmente, una estrategia posible para reducir gastos consiste en la 'explotación de recursos in situ' (ISRU por sus siglas en inglés) en el cuerpo celeste que se visita.
Primero la Luna, después Marte
La NASA planea llevar a cabo el primer experimento ISRU en el año 2018 en la Luna. Para ello lanzará un robot todoterreno llamado 'Resource Prospector' equipado con la carga útil denominada 'Resolve', desarrollada por la NASA en colaboración con la Agencia Espacial Canadiense (CSA). Se trata de toda una panoplia de instrumentos para perforar la superficie, tomar muestras, analizarlas, calentarlas, etc, y tratar así de obtener volátiles como vapor de agua, hidrógeno y oxígeno. Sabemos que hay algo de agua helada en la superficie lunar (sobre todo en las regiones polares) y, como el Prospector trabajará en el cráter Cabeus, cerca del polo sur, el artilugio tratará de extraer vapor calentando porciones del suelo. Naturalmente esta tecnología, una vez validada en la Luna, podrá tener aplicación en otros cuerpos del Sistema Solar.
El segundo experimento de explotación de recursos in situ consistirá en el envío de otro todoterreno a Marte en el año 2020 (el sucesor de Curiosity) que irá equipado con un captador del dióxido de carbono de la atmósfera marciana que será tratado, mediante procesos químicos básicos, para la obtención de oxígeno.
Hito en la exploración espacial
La única explotación de tipo ISRU que resulta eficaz por el momento es la utilización de energía solar. Prácticamente todas las naves espaciales aprovechan in situ la radiación del Sol para producir energía y parece muy posible que esta práctica continúe en el futuro.
Pero si estos nuevos experimentos proyectados por la NASA funcionan bien, se podrá generalizar el uso de técnica ISRU. En particular, se podrá encarar el diseño de las futuras misiones a la Luna y Marte con potentes dispositivos IRSU que fuesen capaces de obtener agua, oxígeno e hidrógeno en cantidades suficientes. Estas técnicas podrían suponer un hito importantísimo en la exploración espacial. El agua es incompresible y, por lo tanto, muy inconveniente para ser lanzada y transportada por el espacio. El producir agua in situ, no sólo sería esencial para la supervivencia de los astronautas, sino que permitiría obtener oxígeno e hidrógeno mediante hidrólisis. Una parte del oxígeno podría ser utilizado para la respiración de la tripulación y otra parte, al igual que el hidrógeno, sería licuada y almacenada criogénicamente. Cuando fuese preciso, la recombinación del oxígeno con el hidrógeno podría ser utilizada para propulsar la nave. Alternativamente se ha propuesto la fabricación de peróxido de hidrógeno a partir de agua, para su uso como monopropelente.
El misterio de la momia egipcia de Neb
El ataúd está intacto. Fue sellado hace 3.600 años y desde entonces nadie había puesto sus manos encima ni había contemplado la bella decoración que algún maestro egipcio de la antigua Tebas plasmó en este lienzo de madera durante la Dinastía 17. Los arqueólogos españoles del Proyecto Djehuty que desde hace 13 años excavan en la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en Luxor, lo rescataron el 10 de febrero de un pozo funerario de cuatro metros de profundidad.
Cinco días después del extraordinario hallazgo, están impacientes por conocer a su propietario y comprobar el estado de conservación de su momia. Antes de abrir el ataúd, de dos metros de largo y medio de ancho, sólo saben que se llamaba Neb y que murió hacia el 1600 a. C.
Todo está listo para su apertura y parece que hoy [el pasado sábado] será el gran día. La caja ha sido trasladada desde la cámara sepulcral excavada en la roca donde se encontró, al patio de entrada de la tumba de Djehuty (1470 a. C.), el alto funcionario que da nombre a esta excavación en la que, para alegría y sorpresa del equipo liderado por el arqueólogo del CSIC José Manuel Galán, se están realizando importantes hallazgos de épocas inesperadas. Durante la Dinastía 18, Djehuty fue el supervisor del Tesoro (un cargo equivalente al de ministro) de la Reina Hatshepsut, una de las poquísimas mujeres que ejerció como faraón durante el Antiguo Egipto.
El ataúd antropomorfo de Neb reposa majestuoso sobre una tabla de madera dispuesta encima de varias cajas de plástico de colores, como las que usan para transportar la fruta. Es emocionante apreciar de cerca sus vivos colores, sin la barrera de las urnas de cristal de los museos: el intenso negro de sus ojos, delineados con khol; el ocre que imita el color de la piel de su rostro o los verdes azulados que se eligieron para sus cejas y parte del cuerpo.
"Se han encontrado muy pocos ataúdes como éste ya que sólo se usaron durante un corto periodo de tiempo, cuando Egipto no estaba unificado", relata Galán mientras explica el significado del par de alas extendidas dibujadas: "Es un ataúd de tipo rishi (que en árabe significa pluma). La diosa alada le abraza por detrás para protegerle durante la eternidad". La Dinastía 17 es un periodo bastante desconocido pero muy interesante históricamente, pues fue en esta época cuando Tebas se convirtió en capital del reino.
En el momento del descubrimiento del ataúd estaba con él la arqueóloga María Ángeles Jiménez, investigadora de la Universidad de Liverpool, que recuerda cómo el material que encontraron cuando llegaron al metro y medio de profundidad en la excavación del pozoles hizo sospechar ya que allí abajo podía haber un enterramiento.
"Aparentemente se encuentra en buen estado de conservación. Veremos ahora cómo está la momia", añade Galán mientras nos presta una linterna para que miremos por el pequeño agujero de la parte frontal de la caja, que permite intuir los linos que envuelven el cuerpo de Neb.
El ataúd se abrirá al final de la mañana. La jornada de trabajo para la veintena de investigadores del Proyecto Djehuty se prolonga desde las 7 hasta las 15 horas, mientras que el centenar de obreros egipcios contratados para la campaña, financiada por Unión Fenosa Gas, se marcha a la 13 horas. Hay alegría y emoción entre los miembros del equipo, pero también nervios. Mientras el mudir (jefe) Galán, como le conocen todos, ultima los detalles de la apertura del féretro de madera, los investigadores siguen a lo suyo con sus respectivas tareas. Hay mucho trabajo que hacer y queda poco más de una semana para que concluya la campaña.
Aunque el descubrimiento se produjo el lunes 10 de febrero, los arqueólogos tuvieron que mantenerlo en secreto hasta que el jueves 14 el Ministerio de Antigüedades egipcio lo anunció a los medios de comunicación. El viernes, día de descanso en la excavación, los españoles pudieron por fin celebrarlo en el patio del Hotel Marsam, donde también se alojan los arqueólogos de una misión belga y otra alemana. Disfrutaron de la famosa paella que casi todas las semanas prepara el alicantino Joan Ivars, regada con vino egipcio y aperitivos de España.Mientras tanto, la restauradora Pía Rodriguez Frade se pone los guantes y comienza a retirar una a una las seis espigas o clavos de madera de acacia (tres a cada lado) que unen las dos partes del ataúd de Neb. Delicadamente las va guardando en una caja. Salen con facilidad, y apenas tarda diez segundos en desincrustar cada una de ellas.¿Qué se le pasa a uno por la cabeza mientras retira estas piezas milenarias? "Sólo pienso en que no se rompan", explica la restauradora, cuyas manos han retirado las espigas de otros cuatro ataúdes desenterrados por la misión Djehuty en diversas temporadas: Iker, Valentina y los dos niños (de cinco y once años) que están guardados en una caja de madera frente a Neb.
La expectación creada por el anuncio congrega en el yacimiento arqueológico a diversos responsables arqueológicos de la zona y la apertura se retrasa. Finalmente Galán y cinco miembros de su equipo rodean la caja y la destapan en menos de tres minutos. Dentro yace una momia con una parte del cuerpo ladeada. Las vendas que la recubrían están rotas en varias zonas del cuerpo, dejando al descubierto parte de las costillas y otros huesos. Se distingue alguna telaraña y restos de algún tipo de planta, pero no hay rastro de joyas u objetos de valor.
Roxy Walker, directora de investigación del Instituto de Bioarqueología de San Francisco (EE UU) y encargada de estudiar los restos humanos, entra en escena para hacer un primer análisis de la momia y su estado de conservación.
En otra zona de la tumba de Djehuty se ha dispuesto la tapa del ataúd. El domingo 17, Pía Rodríguez comienza los trabajos de limpieza y consolidación, aunque apenas les queda una semana de campaña yla restauración completa tendrá que esperar a 2015. Equipada con una jeringuilla, una pipeta de agua, un gancho de dentista y espátulas de escayolista, va haciendo pruebas en pequeñas zonas del ataúd: "Para limpiarla usamos agua y alcohol porque sólo tiene polvo y las policromías son muy frágiles. No lleva barnices como los retablos".Por los huesos que pueden verse y los sudarios que están más estropeados,Walker cree que se trata de un hombre de mediana de edad, de unos 35 o 45 años. "En los próximos días le haremos una serie de radiografías que espero que nos permitan ver sus dientes y afinar un poco más su edad, su condición física y quizás las causas de su muerte", relata Galán. Se utilizará para ello un equipo de rayos X portátil, pues la momia no saldrá del yacimiento.
Por otro lado, para consolidar las zonas de color que se han separado del ataúd debido a los cambios de temperatura a los que el féretro ha estado expuesto, utiliza un adhesivo de celulosa que aplica cuidadosamente con una jeringuilla. Se trata de un producto que un colega de otra excavación le recomendó el día anterior cuando fue a ver el hallazgo.
Según la restauradora, la madera con la que se ha fabricado es de baja calidad, aunque su estado de conservación es bastante bueno. La profundidad a la que estaba le han librado de la humedad y de las termitas que tanto dañaron el ataúd de Iker (Dinastía 11), que se exhibe en el Museo de Luxor. Quizás Neb no tarde mucho en ocupar otra de sus vitrinas.
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