David Olmos, jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Próstata y Tumores Genitourinarios del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), acaba de recibir el premio Stewart Rahr-PCF de la Prostate Cancer Foundation. Dirigido a jóvenes investigadores, lo otorga la organización filantrópica americana más importante del mundo destinada a promover la investigación puntera en cáncer de próstata.
Este preciado galardón no se suele otorgar fuera de Estados Unidos o Canadá. Sólo lo tienen cinco europeos y es la primera vez que recae en un español. El requisito: que sus investigaciones previas hayan aportado algo al conocimiento y manejo de cáncer de próstata y que la línea de investigación del candidato sea muy prometedoras. La Asociación Española Contra el Cáncer y la Fundación CRIS supieron ver este potencial en 2012 y gracias a su financiación Olmos está hoy en España.
-¿Cuál es su línea de investigación?
-Se fundamenta en dos pilares. Uno: a través de ensayos clínicos con nuevas moléculas tratamos de mejorar el tratamiento, supervivencia y control sintomático de la forma más agresiva del cáncer de próstata, la resistente a la eliminación de la testosterona, el combustible de la célula tumoral. Y el segundo pilar es la investigación en el laboratorio, para identificar los tumores que a pesar del tratamiento radical con cirugía o radioterapia desarrollarán metástasis. Hemos identificado alteraciones hereditarias en los genes BRCA1 y BRCA2 muy agresivas. Alteraciones similares pueden ocurrir también de forma espontánea y ser responsables del comportamiento agresivo de los tumores incluso cuando se detectan de forma precoz.
-Su investigación es muy traslacional, con aplicación inmediata...
-Si, pero muy clínica. No hago ensayos que crea que no beneficiarán a los pacientes. Y apoyados por colaboraciones o centros internacionales. Hoy hacer ensayos desde instituciones académicas sin interés comercial es imposible por falta de fondos. Lo importante es que respondan tanto al manejo de los pacientes como a preguntas que nos permitan seguir avanzando.
-¿En España se hacen pocos ensayos clínicos?
-Vengo del Reino Unido y hay una diferencia sustancial en la cantidad de ensayos y opciones para los pacientes. Aquí veo menos posibilidad, a pesar de las ventajas que suponen para los pacientes, en especial ahora que hay medicaciones aprobadas en centros extranjeros que están restringidas aquí por motivos económicos. Pero creo que estoy teniendo suerte. Este año participamos en un ensayo internacional desde nuestra Unidad de Ensayos Clínicos del Hospital Madrid. Y el próximo, otro en colaboración con hospitales de Europa y Australia. El CNIO no tiene hospital y tenemos que establecer alianzas. Hemos luchado mucho para lograrlo y al final el sitio que nos ha apoyado es privado, el Hospital de Madrid.
-¿En la Sanidad Pública no encuentra apoyo?
-Es complicado. Quizá falta apoyo institucional. La medicina española a nivel asistencial es excelente, pero la integración del médico que investiga no ha tenido lugar. Llegar a un nivel muy alto de investigación exige mucha dedicación a una patología en concreto y a la actividad investigadora. Pero tenemos mucho interés en crear una unidad CNIO de cáncer de próstata en el sistema público. Estamos en conversaciones avanzadas con el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga.